El Dragón de Villena ruge ante los corceles y Luceros tiembla en la primera mascletà a concurso de las Hogueras

El Dragón ha salido de la cueva. Ha madrugado para cargar sobre sus alas los 142 kilos de pólvora que ha colocado, sobre las cuerdas, en la plaza de los Luceros de Alicante. Lo ha hecho para inaugurar el concurso de mascletàs de las Hogueras de Alicante, el primer disparo con calificación oficial.

La plaza ha permanecido desde primera hora expectante. Multitud de alicantinos y vistantes se han congregado entre palmeras en busca de una sombra desde la que admirar el espectáculo de Coeters Dragón. Las nubes han dado algún que otro respiro, pero el calor ha abrasado como las llamas del animal.

Tras los tres avisos, el último de ellos el más aclamado, las belleas del foc y sus dames d'honor han avisado a José María Enríquez y su equipo de que Luceros está lista para escuchar el rugido del dragón. Así, tras el grito de 'Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà', los de Villena han despertado a la bestia.

Una traca valenciana culminada con golpes finales en tierra ha dado paso a una primera fase aérea, protagonizada por los truenos de Coeters Dragón que han explosionado en el firmamento alicantino para sorprender con el resto de artefactos pirotécnicos. De este modo han arrancado las siguientes cuatro fases de aéreos con roncadoras y destellos.

Esto no lo ha sido todo, pues el Dragón se ha levantado y sus pasos hasta la plaza de los Luceros han sonado y retumbado con la caída de truenos en tierra que han hecho vibrar el pecho de los asistentes. De la misma forma, han servido para el acompañamiento de los aéreos, marcando como un conjunto los tonos graves.

Las sirenas se han ido uniendo junto a los crackers, todo ello en diálogo tierra suelo que ha servido para fusionar los ecosistemas de esta bestia. Ganando intensidad y marcando buen ritmo, un grupo de truenos ha rebotado entre los edificos con un nuevo golpe terrestre que ha servido para dar comienzo al cuerpo central de la mascletà.

La potencia ha subido en este momento. Retenciones en varios segundos y al milímetro, todas ellas bien combinadas y con un ritmo que ha sonado como una melodía al retumbar alrededor de los corceles. Estos no se han achantado ante el Dragón de Vilena que, a pesar de un leve corte, ha rugido hasta llegar al terremoto de un kilómetro de longitud y 20 segundos de duración que ha envuelto en llamas y humo la plaza.

De izquierda a derecha -contrario al disparo habitual-, ha ido devorando cada rincón de Luceros, sorprendiendo al público que, eufórico, ha saltado pidiendo más y más pólvora todavía. Y así lo ha hecho el Dragón con un bombardeo aéreo seguido de una cortina final con últimos golpes digitales que han servido para que desde los balcones les den un 9,8 de nota.

Desde primera hora de la mañana las peñas han ido llenando las primeras filas de luceros. Los del Pai Pao llegaban a las 10 horas a la espera de una mascletà apoteósica. «Es un pirotécnico de 'la terreta', de Villena y es muy bueno», detalla Reyes de esta agrupación. También esperaban esa misma espectacularidad desde la peña del Oraguntán, que llevan desde las ocho de la mañana guardando el mejor sitio para disfrutar del disparo.

Paco, del rincón de Paco, ha calificado la primera mascletá de 10, con un final apoteósico y con una rareza, normalmente el terremoto está situado el el lado de los Luceros donde estaban los claveles, pero este se ha colocado justo enfrente, más cercano a Alfonso el Sabio, «ha valido la pena», ha afirmado.

No ha sido tan increíble para Conchi que ha considerado que la mascletà se ha quedado atrancada en algún momento con un pequeño silencio. Para Adrián, es su primera mascletà. Hace poco que vino de Colombia y reconoce que se le han puesto los pelos de punta: «Ha empezado de abajo y arriba voy a repetir todos los días», ha exclamado.

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