Andrés Pérez-Martorell con ninots de la hoguera que plantará en la playa. APM

Un artista casero con una hoguera de toda la vida

Andrés Pérez-Martorell es un aficionado a los monumentos que cada Noche de San Juan saca sus creaciones a la playa

Adrián Mazón

Alicante

Viernes, 23 de junio 2023, 06:23

Andrés Pérez-Martorell es un apasionado de las Hogueras, en cuanto al arte se refiere. Desde pequeño ha sentido gran admiración por los monumentos que salían a las calles de Alicante. Todavía recuerda cuando su padre, que le llamaba 'Andreuet el Foguerer', «me llevaba en su 127 a ver las hogueras de cada distrito para fotografiarlas» ... . Además, gracias a que su progenitor conocía a «artistas profesionales» de la talla de Ramón Marco y Juan Capella, Andrés se aficionó a la antigua técnica del modelado.

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En su juventud, Pérez-Martorell hizo sus pinitos en el mundo de la Fiesta, hasta el punto de participar en un concurso de ninot al carrers con una de sus obras. Asimismo, reconoce que -a pesar de que sentía miedo de los petardos- fue 'cremaor d'honor' de la hoguera Alfonso el Sabio durante su niñez.

Es tal el punto de pasión que siente por el arte de construir monumentos, que este alicantino -hijo de un benidormense que en los años 60 llegó a presidir la hoguera Calderón de la Barca- se puso manos a la obra en 2011 para sacar a la calle una hoguera el día 23 de junio. Es sobre la arena de la playa de San Juan donde cada año la planta y con la que sorprende a sus amigos «españoles y extranjeros e, incluso, turistas», quienes se «sorprenden de que se hagan cosas así para quemarlas en cinco minutos».

Una de las hogueras plantadas por Pérez-Martorell en la playa de San Juan. APM

Y es que, año tras año a excepción de 2020 y 2021 -por la pandemia-, este alicantino saca el arte a la playa para que «la gente vea y contemple la hoguera». Mientras el monumento luce en la emblemática costa alicantina, Pérez-Martorell y su familia montan la mesa para cenar a su alrededor. Ahí acuden innumerables amigos, sobre todo de su mujer -afincada en la ciudad tras nacer en la isla de Wan-, y tras la cena prenden la traca valenciana con la que queman sus deseos alrededor de la hoguera.

Una hoguera de alambre y cartón

Andrés siente gran admiración hacia el modelaje artesanal. Tras conocer a grandes artistas de la década de los años 80, este alicantino aprendió el arte de elaborar los ninots a partir de moldes de barro o arcilla, los cuales se vaciaban en yeso y se aplicaban capas de cartón. Para agilizar la labor, ya que «hago esto por el puro divertimento de hacerlo, no vivo de ello», uno de sus amigos de La Vila Joiosa «me dio la idea de hacer la figura con alambre de pollo y, después, recubrirla de cartón».

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Tras este primer paso «les doy la forma y las pinto por lo que se puede decir que cada figura es única e irrepetible». Además, para dar consistencia al remate, que puede llegar a medir unos cinco metros, aprovecha la madera para garantizar la seguridad de la estructura principal. Eso sí, para el acabado «no lijo ni finalizo el acabado», ya que elabora la hoguera en su casa y es ahí donde permanece hasta el día 23 de junio.

Algunos de los ninots que este artista casero plantará en la playa. APM

Es tras la mascletà de Luceros cuando varios amigos acuden a la casa de Pérez-Martorell para ayudarle a transportar el monumento y los ninots a una furgoneta. Ese mismo día, «cierran la plaza» con motivo del desfile folclórico internacional, por eso deben ser raudos y cargar la hoguera en un solo viaje.

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Esa misma ayuda es la que tuvo cuando su hijo José era más pequeño. «Ahora trae gente a casa», bromea, para contemplar esta forma de hacer hogueras. Eso sí, ambos lucen con orgullo el trabajo que Pérez-Martorell realiza desde finales del mes de abril hasta la semana previa a las Fiestas. «Soy el único, que yo sepa, que pone un monumento en la playa. El resto de personas pone maderas, apuntes y papeles».

Tras la cremà de la hoguera, la cual carece de corcho «porque es caro y contamina» además de «desprender un olor desagradable», este artista revisa los restos de los ninots para recoger el alambre que «después se puede reutilizar» para el monumento del próximo año. Por ello, considera que «esta herramienta es muy útil» para realizar el modelado de sus figuras.

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Falta una industria de Hogueras en Alicante

Andrés Pérez-Martorell trabaja en Benidorm. Es en sus ratos libres, a su vuelta a Alicante, cuando dedica horas a la construcción de su hoguera. En sus inicios como artesano, «empecé por una cosita pequeña que después ha ido haciendo más grande», recuerda. Para cumplir las expectativas y llegar con tiempo a la noche del 23 de junio «empleo las tardes y los fines de semana para poder construirla».

Una de las experiencias que más gusta a este artista es coger el coche y dirigirse al barrio de Benicalap en Valencia, donde pasea por las naves y fábricas de la Ciudad Fallera para comprar cartón. Fue antes de la pandemia cuando hizo una de sus últimas visitas al municipio para abastecerse de materiales, entre los que también se encuentra la pintura. Sin embargo, este año «no he podido ir» y lo ha conseguido a través de una empresa de Burgos.

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«Me ha costado mucho encontrar cartón», lamenta, a la vez que expone que «una de las grandes cosas que no comprendo es como aquí en Alicante no tenemos ese tipo de cosas». Sobre en una ciudad donde las fiestas del fuego se celebran desde el año 1928 y «no tenemos esa industria» con la que dotar de material a los artistas alicantinos y de la provincia e impulsar la «creación propia».

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