Los supermercados se quedan sin cerezas alicantinas por las lluvias torrenciales

Los agricultores de esta fruta para la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Montaña de Alicante han perdido el 92% de toda la cosecha debido a las tormentas que han azotado la provincia durante mayo, mientras que comarcas como El Comtat, L'Alcoià y La Marina Alta no han podido salvar nada y han lamentado perder el 100% de sus cultivos.

«La lluvia ha hecho que se abriera la cereza», explican agricultores de la zona de la montaña alicantina. Esto ha provocado que el fruto «se pudra y que ya no se pueda vender», lamentan. Desde el sector relatan que los problemas ya venían de antes por «la tardía llegada del invierno», una situación que afectó a la floración. «Se partía ya de poca cosecha y la lluvia nos ha dejado con tan solo un 8% del total», aseguran agricultores de esta fruta.

Un problema que obligará a los supermercados a buscar otros clientes que les puedan suministrar las cerezas. Agricultores de la provincia ya tenían apalabradas las ventas de esta fruta, pero las tormentas tardías han impedido que se puedan suministrar. «Este año no se va a poder servir ni a mercados ni supermercados«, explican en el sector.

Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante cifran en tan solo 600.000 kilogramos la cereza que se cosechará, un 8% de todo el total, una producción que califican como «irrisoria». Una cifra «optimista, para nada exagerada», aseguran desde el sector.

Las altas temperaturas registradas antes de la floración que provocaron el deficiente cuajado de la fruta y las lluvias torrenciales posteriores han vuetlo a condenar a un sector que lleva cinco años sufriendo varapalos. Asaja cifra en 25 millones las pérdidas de un sector en el que, además, se ha producido un quebranto de 4.800 puestos de trabajos directos.

El sector lleva ya un lustro de malas cosechas y el fantasma del abandono de los campos comienza a asomar. Es por ello que este jueves se presentará, de la mano de Asaja, a la Conselleria de Agricultura un escrito con medidas urgentes para ayudar a todo el sector en bloque. «Se hace absolutamente necesario arbitrar un plan de choque para evitar un futuro sin cerezas», ha asegurado el dirigente de la asociación agraria, José Vicente Andreu, mediante un comunicado.

El abandono de los cultivos es uno de los grandes problemas de una zona, la de la montaña, que cada vez está más despoblada. Las hectáreas cultivadas sirven como cortafuegos e impiden las rápidas propagaciones de incendios forestales como el pasado de la Vall d'Ebó.

«El abandono del sector es un escenario devasatador que no nos podemos permitir y que estamos a tiempo de revertir», ha expuesto Andreu. El futuro sin una de las frutas más características de las zonas del interior de la provincia es cada vez más real.