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Desde el sector de los cítricos esperaban que este fuese el año de estos frutos. Tras dos ejercicios en negativo, los agricultores tenían buenas expectativas al inicio de la campaña, con precios que ascendían hasta 40 céntimos el kilo y con una merma importante del ... limón de Turquía, uno de los principales competidores de la provincia.
A pesar de que estos precios «son similares a los de hace siete años», desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante afirman que hay que tener en cuenta «los altísimos costes de producción», que siguen azotando al sector.
«El bajo consumo nacional y europeo, impulsado por la inflación, la crisis energética y la guerra de Ucrania ha influido en las bajas cotizaciones», ha explicado el presidente de Asaja y productor de cítricos de la Vega Baja, José Vicente Andreu. Países como Alemania, que son de los principales clientes de la provincia, han bajado un 20% la demanda del limón.
A ello hay que sumar la caída de los precios en campo de limones como el Fino, que ha terminado la campaña en 0,20 euros el kilogramo, además de presentar mucho destrío la cosecha. El Verna tampoco se salva y ha registrado cotizaciones «que no han compensado el aumento de los costes de producción», afirman desde la asociación. Aun así, los agricultores esperan que en las próximas semanas «el mercado vaya en alza y no termine con precios en origen tan bajos».
Caso distinto al del limón es el de la naranja. Los precios han ido de menos a más, empezando sobre 0,25 euros el kilo y acabando a medio euro por kilo en las variedades Powell y Valencia Late.
«A pesar del aumento de precios, el descenso de la producción no ha permitido que se refleje en la rentabilidad del agricultor», describen desde Asaja Alicante.
La mandarina ha sido el cítrico mejor parado, en términos de cotizaciones. Algunas variedades de este fruto han llegado incluso a superar el euro por kilo. «Los precios han ido en aumento conforme avanzaba la campaña, rompiendo la tendencia a la baja de años anteriores», explica el presidente de Asaja, Andreu.
Por el momento, la campaña del limón se cierra con una producción de 800.000 toneladas, un 40% menos que el pasado año, que fue especialmente lluvioso, y un 20% menos que un ejercicio «normal». Datos que además preocupan a Asaja por las previsiones del verano en cuanto a recursos hídricos.
«La falta de agua va a ser el factor que más va a condicionar el cultivo del limón». Así de rotundos se han mostrado desde la organización agraria, que tildan de «catástrofe» el panorama estival si hubiese falta de lluvias en julio o agosto. Para Asaja la incertidumbre del cultivo estará en el riego, ya que si no hay suficiente, «el cítrico será de poca calidad y con un menor calibre y zumo».
La subida de los costes y el bajo precio del limón en campo no es el único de los problemas que anuncian los agricultores. Desde Asaja denuncian «prácticas comerciales desleales» por parte de las grandes operadoras que controlan el mercado.
Según detalla la asociación, estas operadoras aumentan el porcentaje de destríos, que suele situarse en torno al 3%, del total de la cosecha. Con esta práctica las grandes firmas se «llevarían gratis hasta el 50% del producto en concepto de destríos», detallan en la organización, quienes destacan que «en realidad este porcentaje lo venden como producto de segunda en fresco en el mercado internacional».
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Óscar Bartual Bardisa
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Una situación que califican en Asaja Alicante como «abuso y que denuncian que incumple la normativa del Reglamento de la UE 543/2011, y deja al agricultor en una situación »de absoluta vulnerabilidad en cuanto a capacidad de negociación y valor económico«.
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