El campo alicantino avisa de la «ruina» del producto bio: «Si esto sigue así, dejaremos de cultivarlo»

Un 50% más caro. Esa es la diferencia de precio entre cultivar frutas y verduras ecológicas y las convencionales. La diferencia reside principalmente en los medios que se emplean. Mientras que en las cosechas tradicionales se usan una serie de productos químicos, como pesticidas, en las denominadas bio se emplean métodos naturales, lo que aumenta considerablemente el precio.

El problema viene en su rentabilidad. Los agricultores alicantinos se quejan de que les están comprando en campo sus productos ecológicos al mismo precio que los convencionales, cuando luego los precios en supermercados y superficies de venta son bastante mayores.

«Me han pagado el limón Fino como si fuera convencional», explican agricultores de distintas fincas de la Vega Baja. Esta campaña, esta variedad se ha llegado a pagar por 0,20 euros el kilo en campo, mientras que en los supermercados, el precio del kilogramo supera los tres euros. Una situación que, sumado a la coyuntura económica actual, está haciendo que muchos productores se planteen dejar esta etiqueta y volver a los cultivos tradicionales.

El problema principal está en las diferencias en la cosecha. Mientras que el producto convencional es mucho más barato y se produce en mayores cantidades, el bio tiene unos costes muy elevados, además de exhibir mermas importantes debido a que este tipo de frutas y verduras están más expuestas a insectos.

Como el limón, hay otros casos. Las naranjas convencionales se llegaron a vender por 35 céntimos el kilo en las fincas del sur de la provincia, más caras que las ecológicas, que no superaron los 27 céntimos por kilo. Todo ello con precios en supermercados que rondan los 2,5 euros el kilogramo. Diferencias que también son más que notables en otro tipo de productos como tomates o manzanas.

«Lo que antes era una ventaja comercial ahora se ha convertido en un problema», asegura el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de la Provincia de Alicante, José Vicente Andreu, quien explica que «debido a los altos precios en las superficies de venta, sumado a la crisis actual, los consumidores optan por no comprar este tipo de productos». Una situación que ha provocado un excedente de oferta y la caída de los precios en el campo.

Desde Asaja lamentan que este año «haya tocado perder dinero en esta cosecha». Andreu critica que este tipo de productos se vendan como «premium aunque cuesten este año más baratos en las fincas». Una crítica con la que concuerdan distintos agricultores de la provincia, que claman contra las diferencias de precios entre el campo y los supermercados.

La guerra de Ucrania ha vuelto a ser una de las causantes de los problemas del campo alicantino, aunque esta vez indirectamente. La recesión que atraviesa Alemania ha hecho que los ciudadanos teutones dejen de consumir tanto, especialmente los productos más caros. En esta lista entran los cítricos alicantinos, muy cotizados en el país germano.

La demanda de este tipo de fruta ha descendido un 20% en Alemania, detallan desde Asaja. Los altos precios disuaden a los ciudadanos de comprar el producto alicantino, que puede llegar a venderse en supermercados del país centroeuropeo por precios superiores a cuatro euros el kilo en el caso de las naranjas bio.

«Estamos notando la importante recesión económica de Alemania en el consumo de la naranja y limón ecológico», explica el presidente de la asociación agraria, quien tiene confianza en que la situación «mejore» para el 2024, cuando Alemania prevé recuperarse de la crisis y «volver a los niveles de consumo previos».

En Asaja confían en que los precios vuelvan a sus cauces habituales y los cítricos eco tengan precios que ronden los 70 céntimos y el euro el kilo, dependiendo de la variedad, mientras que las naranjas volverían a ascender a los 50 céntimos por kilo en el campo.

La incertidumbre es uno de los escenarios que más preocupa a los agricultores, que lamentan que haya que tenido que haber un problema en Turquía, que ha mermado su capacidad de cultivo de limones, para que el productor local pueda vender en la provincia.

«Todos los productos han subido de precio, pero el limón cada campaña va a peor», explican desde fincas de la Vega Baja. Los agricultores del sur de la provincia aseguran que «estamos vendiendo por debajo del precio que cuesta producir». A todo ello hay que añadir que «el manejo del cítrico ecológico es mucho más caro y la producción en este tipo de fincas siempre es menor».

Los agricultores bio tildan la presente campaña de «catástrofe» y aseguran que la situación es imposible. «Si te van a pagar los mismos precios por limones ecológicos que por normales, es más rentable volver al cultivo tradicional», exponen los agricultores, quienes sentencian que «si el año que viene esto sigue así, muchos nos saldremos, porque es una ruina».

• Temas
• ASAJA Asociacion Agraria Jovenes Agricultores
• Agricultura