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Las lluvias torrenciales que han azotado la provincia durante el mes de mayo han acabado por matar el cultivo de cerezas, que ya se encontraba maltrecho desde que comenzó la floración por las altas temperaturas que hubo por entonces. El temporal acabó por destrozar las cosechas ... y el sector ha perdido más de 25 millones de euros.
Así lo afirman desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante, que ha reunido al sector de la cereza alicantina en bloque en Alcoi, junto con alcaldes de los municipios afectados, para redactar una hoja de ruta y reclamar a la Conselleria de Agricultura ayudas directas a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la montaña de Alicante, que ha perdido el 92% de la cosecha.
«Se hace absolutamente necesario arbitrar un plan de choque urgente para evitar un futuro sin cerezas», ha asegurado el presidente de la asociación agraria, José Vicente Andreu, quien avisa de que ya son cinco años con pérdidas y producciones irrisorias en los que «los costes se han disparado».
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Desde Asaja proponen un plan de choque que contemple distintas medidas, entre ellas ayudas directas a la producción a través de un Decreto Ley específico que compense los costes de producción, con subvenciones de hasta 4.000 euros para titulares con cultivos de entre dos y cuatro hectáreas.
En la asociación proponen además una rebaja por módulos, con ínidce cero para el ejercicio de 2023, y financiación 'Ad hoc' para productores y empresas envasadoras a través del Instituto Valenciano de Finanzas y la GVA por valor de 10.000.000 millones de euros con interés 0.
Por último, el documento que será trasladado este jueves a Conselleria pide ayudas directas a las plantas de envasado de hasta 200.000 euros y un nuevo seguro agrario específico para el sector, una medida que ya se planteó el pasado noviembre.
Las coschas irrisorias del sector apuntan a un escenario devastador. Desde Asaja recuerdan que el sector genera «riqueza y puestos de trabajo en zonas de interior, además de cumplir un rol fundamental de fijación de población y de mantenimiento del medioambiente».
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En la ascociación avisan de que el abandono de los cultivos propiciaría «la propagación de incendios en las comarcas de la Montaña de Alicante». Una situación que desde Asaja quieren frenar con el nuevo plan de choque para evitar «daños que serán irrecuperables», asegura el secretario técnico de la organización, Ramón Espinosa.
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