Los tres ruegos de los alicantinos a la Santa Faz: salud, agua y que ascienda el Hércules

A las 7 horas el goteo de personas era continuo, entre ellos la peña de Amics de la Petanca de Sant Joan. Uno de sus componentes, Manuel González, explicaba que cada año hacen la romería juntos. Ellos salen desde la localidad vecina para llegar en autobús a Alicante y desde allí recoger las cañas y unirse a los peregrinos hasta la Santa Faz. «Es una tradición que no se puede perder». También ha madrugado la familia de María, una mujer de origen filipino que a las 6.30 ha salido del Ayuntamiento. «Pedimos un deseo cada año y nos lo concede», intenta explicar en español.

Pero no han sido los únicos. Entre los miles de peregrinos, sobresalían muchos ataviados con las camisetas del Hércules. La delicada situación del equipo con posibilidad numérica de situarse como líder y ascender directamente -si gana los próximos tres partidos- hace que muchos le pidan a la Santa Faz misericordia para que los blanquiazules logren llegar a 1ª RFEF. Y si no es posible al menos suerte en los 'play-off'. «Pedimos otras cosas, pero también el ascenso del Hércules», explica Miguel Ángel. Otros como Pololo -vinculado al equipo en los 90- lo ve difícil, aunque no imposible.

Para otros esta Santa Faz 2024 es la primera vez que recorren el camino. Es el caso de Nicolás, con menos de un año, que va en carrito junto a su madre Paula y su padre David. «El año pasado ya vino, pero en mi barriga. La Santa Faz es un elemento de la ciudad muy importante y para nosotros, personalmente, también: nos casamos en el camarín y a Nicolás lo bautizamos también allí», explica esta mujer. También es el caso de Alma. Hace unos años su madre, Azucena, realizó la romería descalza pidiendo el embarazo. Al año siguiente no la pudo hacer, hacía apenas dos días que daba a luz a su hija y este año esta mujer acompañada de los suyos recorre esta romería.

Las promesas son otra de las tradiciones de Santa Faz. Aquellos que piden misericordia al santo lienzo y que prometen hacer la peregrinación con alguna carga extra, ya sea descalzos o con pesos añadidos. Es el caso de Marina Saavedra, que camina descalza por el asfalto de la avenida de Denia: «Pedí por mi mejor amiga, que tiene cáncer y ella sigue aquí. Siempre que le he pedido algo ha cumplido». Muchos recurren a la reliquia para solicitarle favores, como hizo el pueblo alicantino hace cinco siglos para acabar con una gran sequía. Este ha sido otro de los motivos de peregrinaje, el agua.

Acabada la romería, llega la parte más lúdica de esta peregrinación. Algunos como Mariela esperan encontrarse con sus amigos. «Ellos se han adelantado y yo estoy recién operada y voy más lenta, pero la Santa Faz hay que hacerla», explica esta mujer. Después almorzarán con una «cervecita» y a visitar el mercadillo y la feria. También se quedarán con los amigos Carolina, ella es de la hoguera Pla Metal y hacen la peregrinación juntos: «De aquí volvemos a comer al Mc Donalds y lo llenamos entero, porque somos un montón».

Alicante se despide este año de la Santa Faz. El tiempo ha respetado y el día ha salido soleado para una romería que no solo habla de la fe en la reliquia que en el siglo XV trajo agua a la ciudad. La peregrinación al monasterio es una tradición que en la capital pasa de padres a hijos y a nietos. Ya lo reza el dicho: «Alicantino: foguerer, herculano y en Santa Faz peregrino».