Puig convoca un congreso extraordinario del PSPV para elegir a su sucesor

Con esto se inician los trámites para elegir un nuevo líder de los socialistas valencianos, el octavo, con Puig todavía al frente. Y es que ha dejado en el aire su continuidad en el cargo hasta el próximo trimestre de 2024, fecha solicitada para celebrar la asamblea en la que elegir a su sucesor en el PSPV.

«Tenemos que reforzar la alternativa y construir una sólida para 2027», cuyo proceso tiene que arrancar «ya, en este 2024» con la vista puesta en recuperar la Generalitat y las alcaldías «para el bienestar y el progreso de la sociedad», ha remarcado ante la militancia.

En este sentido, el congreso extraordinario del que saldrá el relevo de Puig contará con tres pilares: «un nuevo liderazgo, nuevos equipos y nuevas estrategias», para ser una «alternativa potente a la UTE reaccionaria (dirigiéndose al bipartito del Consell formado por PP y Vox) que recorta en derechos, libertades y oportunidades para los valencianos».

Así, con la vista puesta en el futuro, el todavía líder del PSPV ha pedido a los allí presentes, como al resto de la formación progresista, «responsabilidad, unidad y serenidad» porque, según él, es tiempo de «superar inercias, de huir de confrontaciones estériles y de aprender de los errores del pasado».

Tras ello, ha anunciado el nombramiento de una nueva dirección del grupo parlamentario socialista en les Corts el próximo lunes, misma fecha en la que propondrá la ejecutiva nacional la activación del procedimiento para celebrar un congreso extraordinario en el primer trimestre de 2024. «Nuevo año, nueva vida y nuevo reto».

De este modo, con un pie fuera, Puig ha agradecido a la militancia su «empuje en estos 11 años» donde ha tenido el «honor» de representar «al partido de mi vida y al país de nuestra vida que siempre me acompañará». Con un «lo mejor está por venir» ha cerrado su intervención.

Durante la mañana de este sábado, Ximo Puig ha hecho autocrítica y ha confesado -ante la militancia- ser el «responsable» del resultado electoral del pasado 28 de mayo, día en que perdió la presidencia de la Generalitat Valenciana. «El máximo responsable de no haber visto bien esta cuestión soy yo».

«No fuimos capaces de contextualizar suficientemente la convocatoria», igual que tampoco «fuimos capaces de valencianizar suficientemente el espacio político» de cara a las elecciones municipales y autonómicas, siendo «incapaces de abstraer la Comunitat del ruido estatal» ni tampoco de «escapar de una atmósfera emocional que tapaba la razón».

En esta línea, «vista con perspectiva», Puig ha incidido en que «nos sobró confianza en la gestión hecha y nos faltó visión anticipatoria». Dos errores, junto a los ya citados, que «asumo».