Los regantes elevan la presión por el Tajo-Segura: encuentro con Puig y nueva protesta en Madrid

La primera se produjo en Murcia la semana pasada y este martes está previsto que los regantes acudan a la Delegación del Gobierno en Valencia para impedir que se aumenten los caudales ecológicos.

Estas protestas están haciendo daño a los socialistas. El Partido Popular ha cogido por delante la bandera del agua en todas las instituciones y poniendo en un compromiso a alcaldes y concejales del PSOE.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, está especialmente incómodo con la situación actual. Puig ya ha mostrado su enfado contra la intención del Ministerio de Transición Ecológica de aumentar los caudales progresivamente hasta los 8,6 metros cúbicos por segundo en 2027.

Y ahora hace un segundo guiño: el jefe del Consell recibirá a los miembros del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) tras la manifestación que tendrá lugar este martes.

De esta reunión es muy posible que salga una posición conjunta: el Consejo de Ministros debe aceptar el plan de cuenca aprobado en el Consejo Nacional del Agua «sin tocar una coma» y que el caudal ecológico se quede en 7 metros cúbicos por segundo. En todo caso, apuntan desde el Scrats, que sea para «mejorar el texto bajando el caudal ecológico a su paso por Aranjuez de 7 a 6 metros cúbicos por segundo».

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, transmitirá su «sorpresa» porque «todo parece indicar que va a haber una modificación a peor del proyecto de Real Decreto». Esto es, un progresivo aumento de los caudales ecológicos hasta 2027.

Por lo tanto, Jiménez ha pedido a Puig que «sean tan fuertes» en la defensa del Tajo-Segura como ha sido el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, «a la hora de destruir el trasvase».

Ha señalado, además, que la población de Castilla-La Mancha «no se va a beneficiar en nada de lo que propone su líder regional». Por lo tanto, cree que Puig «debe echar más carne en el asador y ser más vehemente que su contrincante, García-Page».

Esto segundo parece más difícil. Pero Puig conseguirá con esta reunión la fotografía de apoyo a los regantes y una postura conjunta para mantener el acuerdo alcanzado entre la Generalitat y el Ministerio de Transición Ecológica como la opción menos mala.

Aunque Puig consiga este martes reconducir la situación, al menos en el terreno autonómico, los regantes continuarán sus protestas hacia el Gobierno central. De hecho, han aprobado convocar una concentración el próximo 11 de enero a las puertas de Nuevos Ministerios, en Madrid, para defender el trasvase.

Además, la Asamblea General del Scrats ha acordado convocar una movilización en Madrid el día que el Consejo de Ministros acuerde «cercenar» el trasvase «con las consecuencias graves que todos conocemos».

Y es que «el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico reconoce que no es necesario subir los caudales ecológicos si no se están haciendo bien las cosas en las grandes poblaciones que vierten sus aguas en mal estado al Tajo».

El acuerdo entre Consell y Ministerio de Transición Ecológica recogía también el compromiso del Ejecutivo central de invertir 1.000 millones de euros en depuración de aguas en la Comunidad de Madrid. «Me parece muy bien que las aguas de Madrid sean depuradas todo lo que corresponda, pero, que yo sepa, Madrid no está incumpliendo ninguna normativa respecto al tratamiento de sus aguas», ha destacado.

Por tanto, «nada tiene que ver el trasvase Tajo-Segura con la depuración de las aguas de Madrid».

El director de la Cátedra del Agua de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo, ha aseverado que «cualquier subida de los caudales ecológicos en el Tajo no tiene justificación alguna de carácter técnico, social o económico, sean 6,5 metros cúbicos por segundo, 7 u 8,65».

«Ninguna de esas subidas de caudales ecológicos se fundamenta en ningún estudio técnico», ha apostillado. Además, ha señalado que «no beneficia en nada sustancialmente» al propio río Tajo.

En este sentido, ha afirmado que la subida de los caudales ecológicos del Tajo «afectaría social, medioambiental y económicamente a las provincias» del Levante «de forma muy directa».

Asimismo, ha señalado que toda planificación hidrológica «debe tender a la corrección de los desequilibrios», y la cuenca del Segura es «estructuralmente deficitaria» tal y como se recoge en todos los ciclos de planificación. De hecho, el tercer plan hidrológico preveía en torno a 290 hectómetros cúbicos de déficit hídrico.

Y ha advertido que se déficit «se verá incrementado» si se lleva a cabo la detracción de agua como consecuencia del aumento de caudales ecológicos en el Tajo.

Melgarejo no entiende que la Comunitat Valenciana «se abstuviera» en el Consejo Nacional del Agua que se celebró el 29 de noviembre, a pesar de representar «una toma de decisiones tan significativa para la Comunitat Valenciana».