García-Page, pletórico por el Plan del Tajo, cree que el trasvase «empieza a acabar»

García-Page ha indicado que se trata de una decisión «histórica» que significa «muchas cosas, y una fundamentalmente, y es que el Gobierno de España ha decidido coherentemente con directivas europeas y sentencias judiciales que el Tajo tenga un caudal mínimo». Así, ha defendido que «este acuerdo es la ejecución consensuada de las sentencias que han costado años de esfuerzo y perseverancia».

En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha ha asegurado que a partir de ahora «empieza a cambiar de color y tendencia la humillación del Tajo, de las tierras que baña y de su población». Además ha recalcado que siempre ha abogado por defender los intereses de Castilla-La Mancha «por encima de los intereses de cualquier partido político». En tono crítico, ha recordado que en el pasado hubo políticos que aplicaron «golpes» a esos intereses castellanomanchegos.

En ese contexto, García-Page, ha insinuado que la decisión del Consejo de Ministros «debería hacer avergonzarse a muchos de los que han calificado a esta lucha como humo, como mentira, como una coartada electoral». Eso, que «duele mucho», además «tiende a ser creído», según el presidente, que ha recordado que «en la legislatura en la que el PP gobernó en la Comunidad Autónoma no recurrió ni uno solo de los trasvases autorizados».

Además, ha indicado que tanto la ministra de Transición Ecológica como Pedro Sánchez «siempre han dejado claro que en su interés estaba preservar la gestión agrícola en el conjunto del Levante español», si bien «es evidente que con medios diferentes y con una base absolutamente diferenciada de lo que ha sido siempre tradicional».

En este sentido, ha reforzado que «la salida cómoda de quitar agua a la España seca y que además no tiene salida al mar para dársela a la España seca que tiene salida al mar» ha sido lo habitual hasta ahora, pero en este caso Castilla-La Mancha «se ha ganado un suelo para el acuerdo». Eso sí, ha recalcado que «aquí no acaba todo», ya que no sobra el agua, «más bien al contrario».

Ha hecho extensivo su agradecimiento a los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que han aportado los datos desde el punto de vista de «los que tienen que cuidar del río». El «hecho elemental» es que el Tajo «necesita agua» y que el cambio del clima precisa «ser generosos» con el agua que hay en disposición, si bien Castilla-La Mancha «va a seguir siendo solidaria» pese a que se cambie la forma de gestionar el agua.

A esto, ha sumado que, «frente al ruido, todo aquél que se quiera acercar, tendrá espacio para llegar a consensos en el futuro en cuanto a la gestión del agua en España», si bien serán consensos que «no partirán de la nada, sino de una base sólida». Cimientos conseguidos «a base de pelear» desde Castilla-La Mancha hasta esta aprobación por parte del Consejo de Ministros.