Los 'hippies' se sumergen en la tristeza al decir adiós a la Explanada

La tristeza y la incertidumbre han marcado el último día de los 'hippies' en el paseo de la Explanada de Alicante. Ambos sentimientos han sido repetidos por sus comerciantes durante la jornada matinal, como respuesta a un «¿Qué tal?» tras dar los buenos días.

Los comerciantes han alzado por última vez las persianas de las casetas este miércoles 15 de enero, jornada en la que concluye la prórroga 'in extremis' que les ofreció el Pleno municipal para encontrar un nuevo emplazamiento donde reubicar el mercado de artesanía.

Ha sido en torno a las 9.30 horas de este miércoles cuando la primera caseta ha colocado, por última vez, sus productos en el escaparate. Jorge, nada más acercarse un cliente, ha reiterado que es el último día de venta. Otro puesto cercano ha optado por mantener una conversación telefónica alejada del problema mientras abría sus puertas.

Conforme pasaban las horas, los comerciantes han ido apareciendo a cuentagotas. Tras los minutos de montaje de los puestos, su cierre definitivo ha sido el tema protagonista, tanto entre ellos como entre los alicantinos y turistas que acudían al llamativo de sus productos.

Entre los perjudicados está Leve, empleado del primer puesto del paseo. «No sabemos nada todavía», reconoce a preguntas de TodoAlicante sobre el futuro que le espera. Tras diez años de apertura, quiere disfrutar del último día de venta, que cesará sobre las 19 horas.

Otros asalariados de los puestos de los 'hippies' como Flor tienen claro qué sucedera a partir del cierre horario de este miércoles. «Vamos al paro, no hay otra opción», ha explicado con la voz rota. «Es imposible hacer frente a los pagos con las puertas cerradas».

Esta mujer, de origen argentino, pide «un poco de empatía» mientras tacha de «injusta» la situación, por la cual protestarán este domingo con una marcha por el paseo de la Explanada. Lo harán para denunciar que «nos tiran a la calle como si fuéramos perros».

En la misma situación se halla Patricia. Dejará de formar parte de la Población Activa este jueves, pero desconoce su futuro: «No se sabe qué va a ser de nosotros», porque insiste en que la esperanza se ha esfumado. «No tengo fe (en la reubicación y continuidad) porque ni Ayuntamiento, ni oposición, ni ningún partido político están remando a favor de los comerciantes».

Asimismo ha lamentado, al igual que Rosana, en que se utilicen «como excusa» los informes que revocan las propuestas que presentaron para el realojo de sus casetas. «Han salido informes técnicos que dicen que (sus peticiones) son inviables por seguridad».

Germán, propietario de otro puesto, también comparte estas opiniones y lamenta que hayan ofrecido «un sitio que no es del Ayuntamiento», en alusión a la última zona para el realojo: el paseo del Puerto entre la Lonja del Pescado y el parque de atracciones infantil. «Pensábamos que íbamos de la mano (la asociación y el Consistorio)».

Sobre esta nueva ubicación, Raquel, también empleada de otro puesto, ha considerado la propuesta como «ir al cementerio» al carecer de una afluencia de público similar a la del paseo de la Explanada. «Vamos al paro en unos días», ha sentenciado también sobre sus próximas horas. «Estamos a la expectativa de ver qué pasa».

Será durante los próximos días, hasta el 31 de enero, cuando los comerciantes desmonten y retiren todas las casetas que componen el mercado artesanal de los 'hippies' de la Explanada, con tal de dejar libre el espacio para el peatón de cara al inicio de febrero.

Cada propietario decidirá qué hacer con la infraestructura de cada puesto, si conservarlo en algún almacén o venderlo. Y es que, según explican los comerciantes, las casetas son «inviables» para su colocación en el paseo del Puerto. «No entramos los 30 puestos», ha detallado Germán.

Este comerciante asegura haberse desplazado a la zona propuesta para tomar medidas y distribuir el nuevo mercado. Sin embargo, las acotaciones y necesidades para colocar puertas y accesos, así como casetas frente a frente, reducen el espacio de paso, dejándolo «sin salidas ni zonas de emergencia».

Sobre la reubicación, Patricia ha insistido en revalorar el aparcamiento del paseo de Gómiz o el espigón de la playa del Postiguet. En el segundo caso, «los comerciantes dijeron que sí, pero Costas requería que los permisos se tramitaran por parte del Ayuntamiento». A ello, añade que «ahora hay quejas de los hoteles» de la zona, lo que provoca que «se pasen la pelota» porque «no quieren a los 'hippies'».

Sobre esto último, Rosana ha matizado que «si quieren devolver el paseo a los alicantinos, que nos den una ubicación. Sino, que lo digan claro: 'Quiero que el mercado desaparezca'», sentencia tajante viendo cómo llega a su fin el negocio familiar, ese puesto que hace 45 años abrieron sus abuelos y regenta, hasta este miércoles, su tercera generación. «Es nuestro medio de vida».

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