¿Tiene el viagra riesgo para el corazón? Esto es lo que hemos aprendido en 25 años

Todo esto es noticia porque se ha publicado un nuevo estudio que alerta de que los medicamentos para la disfunción eréctil «pueden aumentar el riesgo de muerte si se combinan con otros de uso muy común para el dolor de pecho». La comunidad científica está «sorprendida por no decir alucinada». El trabajo, de origen sueco y recogido nada menos que en la revista oficial del Colegio Americano de Cardiología', ha dejado a urólogos y cardiólogos con los ojos abiertos como platos. Lo que en él se dice, según cuentan, se conoce «prácticamente desde el primer día» de viagra, levitra, cialis y todos los demás. Ytambién porque, precisamente por eso –entre otras razones– los de la disfunción eréctil están considerados entre los más seguros de los productos que pueden adquirirse en una farmacia.

Los problemas de erección están tan íntimamente ligados con los los vasculares que la aparición de los primeros se considera ya un aviso de los segundos. Al fin y al cabo, unos y otros están provocados por un mismo motivo: el acúmulo de grasa reduce el ancho de la arteria e impide la normal circulación de la sangre.

El primer medicamento llamado a resolverlos, el popular viagra, llegó fruto del azar. El laboratorio que lo encontró buscaba en realidad un nuevo remedio contra la hipertensión. Un día, sin embargo, se encontró con que los varones que participaban en el ensayo clínico experimentaban inesperadas erecciones. No tenían lo que buscaban, pero posiblemente sí algo mejor. Eso fue en 1998. Poco después se vio que el riesgo de enfermar, incluso de morirse, de los pacientes cardiacos en tratamiento con nitratos (también llamada nitroglicerina) se disparaba cuando utilizaban estos nuevos medicamentos. ¿Por qué? Porque tanto unos como otros provocan un mismo efecto secundario, que es una caída de la presión arterial. El impacto de uno sumado al del otro podría resultar fatal y, en un primer momento, se optó por contraindicar su uso conjunto, «salvo que se hiciera bajo supervisión médica». Yése es el quid de la cuestión.

Según explica el cardiólogo Rafael Martínez Bourio, de la red IMQ, los nitratos, como el adiro (del tipo de la aspirina), se utilizan «como tratamiento de base» para pacientes en situación inestable. Para los que acaban de sufrir un accidente vascular o como medicamento de rescate en caso de crisis. Son vasodilatadores.

Ese riesgo, por norma general, se supera en 24 o 48 horas. Cuando el especialista ve, mediante una prueba de esfuerzo, «que el paciente es capaz de subir dos pisos de escalera sin problemas». A partir de ese momento puede utilizar sus pastillas sexuales sin temor alguno. Los cardiólogos, de hecho, recomiendan recuperar la sexualidad, es decir la vida normal, en cuanto sea posible. «Los nitratos son fármacos muy seguros, que se conocen desde 1870», destaca el experto.

El urólogo Ander Zabalo, del hospital Galdakao-Usansolo, lo corrobora.«Millones de estudios lo confirman. Son 25 años de una relación como pocas en medicina». «Ese trabajo sueco –añade– es una aberración. Está confirmando algo que se sabe desde hace años y supone un jarro de agua fría para los profesionales que llevamos décadas cuidando de nuestros pacientes». No hay problema.Sexo y corazón caminan juntos.