¿Se puede cenar fruta?
Hincharse de fruta en verano... ¿buena o mala idea?Secciones
Servicios
Destacamos
¿Se puede cenar fruta?
Hincharse de fruta en verano... ¿buena o mala idea?Julia Fernández
Jueves, 22 de agosto 2024
Isabel Díaz Ayuso se declaró fan de las manzanas, las naranjas, las fresas, las nectarinas y demás familia el pasado noviembre en una sesión del Congreso. La acusaron de insultar al presidente Sánchez y ella se defendió asegurando que su frase fue: «Me gusta la fruta». Días más tarde, en la cena navideña de su partido, le regalaron una cesta gigante con todo tipo de ejemplares.
Noticias relacionadas
Isaac Asenjo
Julia Fernández
A buen seguro, dadas las recomendaciones de consumo de este alimento, la política tuvo que repartir la mercancía antes de que se le pusiera pocha. Se supone que tenemos que comer cada día al menos 5 raciones entre frutas y hortalizas para mantener una dieta saludable. En total, estamos hablando de al menos 400 gramos al día «en limpio». ¿Cumplimos?
El año pasado, el consumo medio por persona fue de 78,5 kilos brutos, dos menos que en 2022, según el informe que cada año elabora el Ministerio de Consumo. Así que pese a ser la huerta de Europa, disponer de mucha variedad y a buenos precios, nos quedamos un poco lejos. Por eso, las campañas para que demos prioridad a estos alimentos en nuestra dieta nunca están de más.
Manuel Moñino
Miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética
«En nuestro entorno alimentario, cultural y gastronómico, lo que solemos hacer es comer al menos tres raciones de fruta, generalmente en comida y cena», explica Manuel Moñino, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Eso, si somos disciplinados, que deberíamos, porque el consumo diario de este grupo de alimentos «se asocia a un menor riesgo de mortalidad y de enfermedades crónicas no transmisibles».
El verano es un momento ideal para revisar nuestros hábitos al respecto, aunque a mucha gente le surgen las dudas, entre ellas, si es un alimento que engorde y si se están pasando con la fruta, a la que en los últimos años le han salido muchos detractores con poca base científica, por cierto. «No hay que tenerle miedo. Tanto la fruta como las hortalizas son alimentos básicos en patrones de alimentación saludable», tranquiliza el dietista-nutricionista. Además, en ambos casos son una fuente importante de agua, lo que nos ayuda a mantenernos hidratados en una época de mucho calor: «Una dieta rica en estos alimentos puede aportar entre 700 y 1.000 mililitros al día».
Lógicamente, esto hace a la fruta muy apetecible. Hasta tal punto que hay quien decide hincharse a ella.
– ¿Acertamos cuando, por ejemplo, decidimos cenar solo un buen cuenco de macedonia ante tanto bochorno?
– Si es algo puntual, no tiene por qué suponer un problema. Por ejemplo, si hemos comido tarde y de forma abundante.
– En vacaciones eso suele ser a menudo, ¿es buena táctica contra los excesos en esta época?
– Cambiar la cena por solo fruta si se hace de forma habitual no es una práctica dietética saludable porque se reducen considerablemente las oportunidades de incluir otros alimentos básicos como pescado, huevos, legumbres, lácteos...
Sin embargo, lo que es totalmente falso, subraya Moñino, es que la fruta engorde más a unas horas que a otras: «Es un bulo que nace con la moda de algunas dietas milagro o con la recomendación de comerla antes de la comida principal. La razón detrás de este último consejo es que, dada su capacidad saciante, comeremos menos del resto del menú». Aunque ojo, tampoco se le pueden otorgar propiedades adelgazantes. «En realidad ninguno tiene la propiedad de adelgazar o engordar, eso depende de la alimentación habitual y el estilo de vida», explica el dietista-nutricionista.
78,5 kilos brutos
de fruta por persona comimos en España el año pasado, dos menos que en 2022.
Algunos divulgadores han equiparado los zumos a refrescos por la cantidad de azúcar, lo que también lleva a que nos preguntemos si las frutas son como galletas en estos términos. «Su sabor dulce viene de la fructosa, que sí es un integrante del azúcar blanco, pero no tiene nada que ver cómo lo consumimos», explican en un artículo Juan Carlos Laguna y Marta Alegret, catedrático e investigadora de la Universitat de Barcelona.
Cuando tomamos una fruta nos estamos comiendo la fructosa y su «envoltorio natural, con los demás componentes: fibra, minerales, vitaminas, etc», aclaran. Y esto, junto con una masticación adecuada, hace que todo se mezcle y esa fructosa «se incorpore a nuestro organismo de forma lenta». Pero cuidado, esto pasa con la versión sólida. En el caso de los zumos, no se cumple y, de ahí, que se recomiende un consumo moderado. Y en caso de tomarlos, «¡no quiten la pulpa!».
Consejos para comer fruta a gusto
Ante todo, limpieza Si vamos a consumir frutas (y hortalizas) frescas, lo mejor es lavarlas bien antes, de esta manera evitaremos cualquier resto de microorganismo o de plaguicidas que tengan. Para desinfectarlas con mayor profundidad, podemos echar un tapón de lejía en tres litros de agua, remojarlas y luego aclararlas.
No toda la fruta sienta mal «No suelen dar problemas digestivos», señala el experto Manuel Moñino. Si hay sintomatología podemos tener alguna alergia o alguna disfuncionalidad digestiva, pero no a todas las frutas. Antes de decisiones radicales, «visita al médico de cabecera y a un dietista-nutricionista».
¿Mejor con piel? A todos nos han dicho alguna vez que la fruta, mejor con piel. Y sí, es cierto que ahí hay concentraciones importantes de algunas vitaminas y elementos como la fibra. Pero si no nos gusta, no pasa nada por quitarla, cuidando de eliminar la menor pulpa posible. Mejor eso que no comer la pieza.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.