Rescate surrealista de tres jóvenes ebrios en un acantilado de la provincia de Alicante

Alejandro Hernández

Santa Pola

Lunes, 7 de abril 2025, 16:55 | Actualizado 17:07h.

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Tres amigos vivieron el pasado sábado una experiencia que difícilmente olvidarán. Tras haber ingerido una considerable cantidad de alcohol, uno de ellos decidió realizar una maniobra arriesgada desde el borde de un acantilado de Santa Pola. Ya sea para hacerse un selfie o para orinar desde el precipicio, el joven perdió el equilibrio y se precipitó al vacío, según ha indicado la Policía Local.

Ante el desconcierto y la desesperación, sus dos compañeros decidieron bajar para intentar rescatarlo. Sin embargo, el intento de ayuda se convirtió en otro incidente. Ahora, todos se habían quedado atrapados, por lo que llamaron a los equipos de emergencia.

Lo que parecía un rescate rutinario terminó con la intervención de un helicóptero, que logró salvar a los tres jóvenes. Pero la historia no terminó ahí. Cuando la operación parecía haber llegado a su fin, la grúa se llevó el coche de los chicos, estacionado ilegalmente y sin seguro, añadiendo un toque irónico al caos.

El incidente ha dejado a las autoridades locales perplejas, quienes han emitido un mensaje de advertencia sobre los riesgos del alcohol y las imprudencias al visitar lugares peligrosos como los acantilados. Además, recuerdan la importancia de contar con seguros adecuados y respetar las normativas de estacionamiento, ya que las consecuencias de la irresponsabilidad no solo afectaron a los involucrados, sino también a los servicios de emergencia, que tuvieron que movilizarse en condiciones complejas.

Este singular episodio, que podría parecer sacado de una película de comedia, es un recordatorio de que la imprudencia, especialmente bajo los efectos del alcohol, puede tener consecuencias inesperadas y peligrosas.

Es el segundo suceso surrealista que vive Santa Pola en apenas una semana. El pasado 30 de marzo un inquietante hallazgo puso en alerta a la Policía Local. Los efectivos, que acudieron a una llamada por un conato de incendio, se toparon de bruces con una escena que no podían creer: un animal calcinado con signos de haber sido sacrificado para un ritual dentro de un círculo de piedras.

El incidente, que se catalogó como un posible sacrificio ritual, fue descubierto de madrugada en el parque de la Cruz de este municipio de la comarca del Bajo Vinalopó de Alicante.