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Utilizaban hasta tres estrategias diferentes para timar a adolescentes, con un denominador común: la solicitud de préstamos a nombre de sus víctimas. La Policía Nacional ha desmantelado el grupo criminal tras apresar a nueve presuntos integrantes, los cuáles llegaron a estafar unos 15.000 euros a una docena de víctimas, según ha informado el Cuerpo en un comunicado.
Los detenidos, seis hombres y tres mujeres de entre 16 y 52 años, eran de España y Marruecos, y algunos tenían antecedentes por diferentes hechos delictivos. De hecho, dos de los apresados fueron localizados en las cárceles de Villena y Fontcalent, mientras otro era menor de edad. De las diligencias tiene conocimiento el Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante.
La investigación comenzó cuando una primera víctima se presentó en dependencias policiales a interponer una denuncia por estafa. El perjudicado manifestó que había sido engañado por varios conocidos, quienes lo pusieron en contacto con terceras personas que le ofrecían un dinero por entregar el DNI para comprar una videoconsola.
Más estafas en la provincia
Así, la Policía Nacional comenzó con las primeras pesquisas y descubrieron otros hechos que compartían similitudes en el 'modus operandi'. Los investigadores localizaron once víctimas más que habían sufrido estafas de manera similar, observando que muchos de ellos tenían un denominador común: las víctimas eran adolescentes de entre 18 y 23 años de edad.
Las primeras diligencias apuntaban a nueve sospechosos que se habían organizado para cometer estos ilícitos. Se trataba de una organización bien estructurada donde existía un cabecilla y su persona de confianza, su pareja. Estos dos ideaban el plan. También existía una red de varios individuos que se dedicaban a la captación de victimas, las cuales tenían que reunir unos requisitos específicos. La captación era practicada a través de redes sociales, amistades, el boca a boca, e incluso mediante llamadas telefónicas.
Otros integrantes acompañaban a los estafados a realizar las gestiones que fueran presenciales, aportándoles información y los pasos fraudulentos que tenía que realizar. Por último, también existía una persona que recibía el material fruto de los delitos, quién los ponía en marcha en el mercado ilícito.
Esta red criminal jerarquizada tenía varias formas de trabajar. La Policía Nacional pudo detectar tres tipos de modalidades estratégicas con pequeñas diferencias con las que conseguían engañar a sus víctimas para cometer los delitos. Aprovechaban su corta edad y buscaban a aquellas que no tenían conocimientos básicos en cuanto a economía, pocos recursos económicos, o bajo nivel intelectual, para así prometerles una cantidad de dinero por una gestión mínima con su documentación.
En la primera modalidad, conseguían financiar productos de electrónica en establecimientos, videoconsolas y teléfonos móviles a nombre de las víctimas, empleando para ello su propio DNI a cambio de una pequeña cantidad económica. Los convencían mediante astucia y aprovechándose de su ignorancia, diciéndoles que por «solo» entregar el DNI para hacer la compra de una videoconsola iban a conseguir 50 euros.
Los estafadores pagaban la primera cuota de la financiación, dejando pendiente el resto de cuotas para que así la financiera reclamase la deuda a la persona que aportó el documento identificativo. De inmediato, los estafadores recibían el material financiado poniéndolos en circulación en el mercado ilícito.
En una segunda modalidad, solicitaban a través del teléfono móvil un microcrédito. Para ello necesitaban el DNI de las víctimas y su cuenta bancaria. Los afectados habían sido engañados previamente para entregar sus datos y realizar la transacción. En escasos minutos, los perjudicados recibían en sus cuentas el importe de 300 euros, de los cuales tenían que transferir 250 euros a otra cuenta desconocida, quedándose el resto como modo de pago por la gestión. Cuando las cuotas de los préstamos no eran satisfechas, la financiera exigía responsabilidades a los titulares de los DNI.
En la última modalidad, el grupo obtenía cuentas online haciendo uso de las documentaciones adquiridas mediante engaño y previo pago a las víctimas de una pequeña cantidad de dinero. También adquirían todas las claves y contraseñas necesarias para poder operar con estas cuentas. Una vez adquiridas, tomaban el control completo de ellas y las empleaban para cometer ilícitos responsabilizando a los titulares de las mismas.
La Policía Nacional localizó y detuvo a los integrantes de este grupo en Alicant. Uno de ellos era menor de edad, por lo que se aplicó el procedimiento acorde a su edad, informando a Fiscalía de Menores sobre todo lo acontecido.
Otros dos sospechosos fueron localizados en las prisiones de Fontcalent y Villena. Habían acumulado suficientes hechos ilícitos en su carrera delictiva como para tener que cumplir condena en estos centros. Gracias a la investigación llevada a cabo por los agentes de la Policía Nacional se ha conseguido neutralizar un grupo criminal que iba en auge dedicado a las estafas, llegando a esclarecer un total de 12 hechos criminales.
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