Alicante vive el invierno más cálido desde 1869

Una situación de máximo calor que continuará durante este fin de semana y el puente festivo de San José, con temperaturas que podrán alcanzar los 28 grados en la provincia de Alicante.

Desde el 1 de diciembre ha habido hasta ocho destacados picos cálidos y ninguna ola de frío, aunque se aprecian un par de episodios ligeramente fríos a mitad de diciembre y entre el 8 y el 13 de enero y, ya fuera del trimestre invernal, durante la primera decena de marzo.

En cuanto a los niveles pluviométricos, las únicas precipitaciones significativas del trimestre se produjeron el 19 de enero, bajo la influencia de la borrasca 'Juan', aunque el fenómeno más destacado fue el temporal marítimo. En febrero hubo otro breve episodio de precipitaciones generalizadas, en general débiles, los días 8 y 9, bajo la influencia de la borrasca 'Karlotta'.

Con los datos hasta el 14 de marzo, el inicio del año hidrológico 2023-2024, que comenzó el 1 de octubre, es el más seco desde, al menos, 1950. No hay precedentes de un comienzo de año hidrológico (entre el 1 de octubre y el 14 de marzo) tan seco como el de este 2023-2024. En promedio, durante el cuatrimestre se han acumulado 57.1 l/m² cuando lo normal sería 262.3, con lo que el déficit medio del cuatrimestre en la Comunitat Valenciana es del 78%.

En la provincia de Alicante ha llovido menos de un cuarto de lo que sería normal en invierno, según los datos aportados por el organismo oficial. A esta situación se ha unido el otoño más seco de la historia, lo que ha hecho saltar las alarmas en las administraciones ante la previsión de que la situación se agrave de cara a la primavera y, sobre todo, el verano, la época más seca del año. Alicante y Elche se encuentran en prealerta por sequía extrema.

El Ayuntamiento de Alicante ya ha comenzado a tomar medidas para ahorrar agua al reducir la presión de los grifos por la madrugada. Y ya ha aprobado el Plan de Emergencia de Sequías, que tiene que ratificar este viernes el consejo de administración de Aguas de Alicante.

El problema es que esta situación puede no ser coyuntural. Aemet constata hay una tendencia hacia inviernos más secos en todo el país. Entre 1961 y 1933 llovió en invierno un 10% más que entre 1994 y 2024 en España, pero la Aemet ni afirma ni desmiente que ello se deba al cambio climático, sino que podría achacarse a la variabilidad natural del clima. «Hay que hacer análisis estadísticos más robustos», comentó el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.

«No ha habido olas de frío en este invierno, pero sí algunos episodios de temperaturas bajas y otros de temperaturas realmente altas para la época», concretó Del Campo. No obstante, que «en los últimos años se golpean los inviernos con temperaturas por encima de lo normal. Es la primera vez en la serie histórica que hay seis inviernos consecutivos con temperaturas superiores a las normales.

Con la reconstrucción climática desde 1870, la temperatura media en invierno apenas superaba los 7 ºC en España hasta la década de 1980. Desde entonces, superar ese umbral «se ha convertido en la tónica habitual», recalcó Del Campo.

Cuatro de las siete últimas estaciones completas resultaron ser más cálidas de lo habitual en España (verano de 2022, invierno de 2022-2023, primavera de 2023 e invierno de 2023-2024), una fue la segunda más calurosa (otoño de 2023) y otra, la tercera con más calor (verano de 2023). «La última estación más fría de lo normal fue la primavera de 2018», apostilló Del Campo.