Alicante se prepara para afrontar un verano azotado por la peor sequía en 20 años

Al otoño más seco de la historia se suma, a falta de unos días para concluir la estación invernal, a otra situación similar. El invierno 2023-2024 será el más cálido en la Comunitat Valenciana desde 1950, con una anomalía respecto al promedio 1991-2020 de +2.3 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Al aumento de temperaturas se ha unido una sequía inédita hasta la fecha. Con los datos acumulados de octubre a febrero, el inicio del año hidrológico 2023-2024 es el más seco desde, al menos, 1950. «No hay precedentes de un comienzo de año hidrológico (octubre-noviembre-diciembre-enero-febrero) tan seco como el de este 2023-2024», según la Aemet.

En promedio, durante el cuatrimestre se han acumulado 46.3 l/m² cuando lo normal sería 238.0, con lo que el déficit medio del cuatrimestre en la Comunitat Valenciana es del 81 %.

La precipitación media en Alicante desde el 1 de octubre ha sido de 41,5 milímetros, cuando la media histórica es de 112,1 milímetros, según la precipitación media por sistemas de explotación en el último informe de recursos hídricos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) hecho público por el organismo de cuenca del que depende Alicante.

La situación ha provocado que la CHJ declarase Alicante en estado de prealerta debido a la escasez hídrica de los últimos meses. Es el segundo de cuatro niveles y en cada uno se adoptan unas medidas específicas de ahorro de agua. Tras esta declaración, el Ayuntamiento de Alicante ha comenzado a tomar medidas: la primera, reducir la presión de los grifos durante la madrugada.

Todas estas acciones se han plasmado en un Plan de Emergencia de Sequía que ha tenido que redactar el Ayuntamiento de Alicante ante las circunstancias actuales. No se produjo una situación similar desde el año 2005. En este documento se especifícan las medidas que se tendrían que tomar en caso de alcanzar los siguientes niveles de 'Alerta' y 'Emergencia', el último estadio.

La situación climática es preocupante, sin duda. Pero queda espacio para la esperanza, puesto que la situación de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se han recargado las últimas semanas, sobre todo los últimos siete días con los episodios de lluvias provocados por la borrasca 'Mónica', que trajo un episodio de fuertes vientos a Alicante.

La situación de los emblases en la demarcación hidrográfica del Júcar se encuentra en un nivel óptimo, a la mitad de su capacidad. El peor escenario se encuentra en las cuencas internas de Cataluña, al 14,6%, que ha provocado un desabastecimiento tal que el Gobierno se ha visto obligado a llevar agua de la desaladora de Sagunto con barcos. En el Segura, con unos embalses al 19% de su capacidad, se ha declarado la situación de emergencia por sequía extraordinaria y ya se han abierto los pozos de emergencia.

No obstante, el comisario de Aguas de la CHJ, Marc García, ya avisa de que sí habrá restricciones para la agricultura, que es el 80% del consumo de agua. «El Plan de Sequía va dirigido precisamente a que no haya restricción al abastecimiento», ha precisado durante una entrevista en À Punt. No ocurrirá lo mismo con el riego agrícola, que se ha adelantado precisamente por las altas temperaturas, que han avanzado los cultivos. El responsable asegura que los productores verán mermado el acceso a recursos hídricos dado el actual escenario de sequía.