Federico Juárez Granados - Enfermero y experto en IA

«La IA ya puede hacer diagnósticos más precisos que los médicos»

Pocos son los congresos de salud que se celebran hoy en día que no tengan en su programa algún contenido relacionado con la Inteligencia Artificial (IA). Uno de los primeros en apostar como leitmotiv por esta temática fue el Congreso Nacional de Inteligencia Artificial en Enfermería celebrado el pasado año en Elche. Tras su buena acogida, este año el evento celebra su segunda edición del 3 al 5 de abril en el Centro de Congresos ilicitano, y su título --'IA: la ola que viene'-- no podría ser más premonitorio. 

«Esta tecnología está avanzando más rápido de lo que podemos adaptarnos a ella. Los avances hechos hace tres meses, no diremos que están obsoletos, pero sí completamente desactualizados». Así explica Federico Juárez Granados, uno de los responsables del congreso que se celebrará en Elche, el vertiginoso avance de la IA, y el impacto decisivo que tendrá para el sector sanitario. 

Enfermero, docente, emprendedor y empresario, Juárez admite que sigue habiendo trabas administrativas que no permiten al sistema adaptarse al ritmo en que avanza la IA. A la postre, eso genera mucho desconocimiento al respecto del potencial que tiene esta tecnología: «La clave es que los profesionales se formen en la materia. La mayoría de ellos no tiene una definición clara de qué es la IA, o qué puede hacer por nosotros».

Una buena definición es la que aporta el CEO de Microsoft AI, Mustafa Suleyman, autor de un revelador libro cuyo título da nombre al congreso. «Hemos creado un cerebro sintético, más eficiente que el nuestro, con más memoria, que almacena mejor los datos, y que ve cosas que nosotros no podemos», parafrasea Juárez Granados.

Que el desarrollo de esta inteligencia sintética se encuentre en fase embrionaria, no es óbice para que ya esté capacitada para hacer cosas asombrosas, como por ejemplo, realizar mejores diagnósticos que los propios médicos. Es el caso de un sistema desarrollado por Google bajo el nombre AMIE (acrónimo de Articulate Medical Intelligence Explorer), que mediante un modelo conversacional simula lo que ocurre en la consulta y que en sus pruebas ha llegado a superar el desempeño diagnóstico de los facultativos.

El enfermero experto en IA anticipa que el uso de estos modelos predictivos ya podría estar generalizado antes de acabar la presente década. Todo ello a pesar de que Europa va siguiendo la estela de los desarrollos que hacen en Estados Unidos y China: el primero en el apartado de innovación en IA, y el segundo en la creación de dispositivos. A pesar de ello, Juárez Granados explica que esta tecnología ya está teniendo un impacto en el sistema sanitario de nuestro país, y es que hay centros sanitarios privados que ya utilizan la IA para recabar datos de los pacientes para sus historias clínicas.

El experto en IA también intenta desterrar el mito de la despersonalización de las máquinas, y para ello alude a una característica que tradicionalmente se asocia solo a los seres humanos: «La empatía es algorítmica, y como tal, las máquinas pueden aprenderla. Ya lo estamos viendo en modelos conversacionales como ChatGPT, que a medida que interactúas con ellos se van adaptando y moldeando a nuestras respuestas. Además, su desarrollo sigue en fase inicial; dentro de unos años esa adaptación será mucho mayor». 

Tampoco hay espacio a que la IA arrebate puestos de trabajo a los profesionales, según el experto, sino que esta se dedicará a realizar tareas de manera más óptima de lo que el sanitario está capacitado, dejando a este la labor de realizar una escucha activa del paciente, que tiene un importante rol terapéutico. 

Uno de los campos médicos donde el «cerebro sintético» presenta un mayor potencial es en el radiodiagnóstico, ya que mediante el análisis de imagen será capaz de predecir el desarrollo de un cáncer, algo que escapa a las capacidades humanas. 

Todos estos parabienes no opacan otros aspectos más controvertidos de la IA, como son los retos que plantea en materia de privacidad y seguridad del paciente, ya que en la sanidad se trabaja con información personal altamente sensible. «Debemos poner una especial atención en la forma en que entrenamos los modelos de IA, y no dar por bueno todo lo que ella nos dice. Estos debates también se abordarán en el Congreso del próximo abril», explica Federico Juárez.

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