Unidas Podemos resucita la candidatura de Rosell para el CGPJ vetada por el PP

Pero la propuesta, sobre la que fuentes de la dirección de Podemos evitan confirmar porque quieren imprimir «absoluta discreción» en torno a las negociaciones, podría volver a toparse con el veto del PP, que se ha sentado en la mesa con la firme intención de que los candidatos a vocal del CGPJ sean juristas de reconocido prestigio y que cumplan unos mínimos «criterios de idoneidad». Los populares quieren que el pacto incluya el compromiso de no elegir «perfiles políticos» entre los aspirantes para acabar con las «puertas giratorias».

«Nuestras líneas rojas son el documento que enviamos a la Moncloa en julio», insisten fuentes de la dirección nacional. Y el tercer punto de esa propuesta es muy claro al respecto. «No podrán ser nombrados vocales del Poder Judicial quienes hayan desempeñado cargos vinculados a la política en los cinco años inmediatamente anteriores», dice el texto. Una línea roja para Génova que dejaría a Rosell fuera de la nueva configuración del órgano constitucional, según las fuentes consultadas.

Aunque los morados no forman parte directa de las negociaciones que mantienen desde hace dos semanas socialistas y conservadores para desatascar la renovación del Poder Judicial, no renuncian a poner a sus candidatos sobre la mesa. En la cúpula reconocen estar «informados» de todos los avances que se producen en las conversaciones que mantienen el ministro Félix Bolaños y el vicesecretario del PP, Esteban González Pons, para cerrar un acuerdo que llegará «más pronto que tarde». Desde el principal partido de la oposición reconocen que las negociaciones avanzan y que tan solo faltaría por cerrar «un punto» del documento en el que se recogerán los requisitos que deben reunir los futuros candidatos a sentarse en el Consejo «antes de hablar de nombres».

Podemos ya propuso a Rosell hace dos años, cuando las conversaciones para poner fin a la interinidad del Poder Judicial estaban igual o más avanzadas que ahora. Fue entonces el PSOE el que recomendó al socio minoritario del Ejecutivo, que entonces dirigía Pablo Iglesias, que renunciara al nombre de la jueza por su cercanía a los morados. Estos optaron por el magistrado José Ricardo de Prada, uno de los autores de la sentencia del 'caso Gürtel' que propició la moción de censura contra Mariano Rajoy, y que acabó dinamitando el acercamiento tras ser vetado por la dirección de Pablo Casado. Un veto que mantiene la actual cúpula del PP atendiendo a su exigencia de que en el turno de juristas de reconocido prestigio no «quepa introducir» a «integrantes de la carrera judicial en ejercicio».

Ahora, Unidas Podemos negocia de nuevo con el PSOEaupar a Rosell al CGPJ. Aún se desconoce la postura de los socialistas, pero este miércoles, desde Bruselas, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, insistió en pedir que se respeten los acuerdos en el seno de la coalición y que «nos respetemos todas las partes».

En cuanto al PNV– partido que ha tenido históricamente asiento en el CGP y lo mantiene en la actualidad–, su malestar por el «sainete» del bloqueo del Poder Judicial le ha llevado a alejarse de las negociaciones. Hasta el punto de que, según fuentes del partido, asumen el riesg de quedarse sin vocal.