Pedro Luis Sirvent, el genio alicantino de la pólvora y las cenizas de las Hogueras

El reloj marca las 12 horas cuando Pedro Luis Sirvent descuelga y saluda. La curiosidad es poderosa, de ahí la conversación. «¿Cómo preparas los petardos con cenizas?», es la pregunta. En ese momento, prende la mecha del maestro de la pirotecnia Alicantina.

Para conocer sus secretos, es imprescindible gastar unos minutos de coche para plantarse en su templo. En las inmediaciones de la partida Fontcalent se encuentra su taller y pirotecnia, donde con sus hijos da forma a las creaciones.

Ahí es también donde surgen las ideas, las cuales ejecuta y, sin ser consciente, sorprende y crea una nueva era en este sector. Para Pedro Luis Sirvent, preparar una mascletà con cenizas no es una novedad. Hace ya varios años que disparó los restos de sus amigos allegados, una ilusión.

En esta ocasión, el pirotécnico alicantino se prepara para hacer lo mismo con una mascletà que marcará un antes y un después en la historia de las Hogueras de San Juan. Será a las 18 horas cuando sorprenda al público y devuelva la ilusión festera en el parquin del ADDA, con motivo del 'Inici de la Festa'.

Es ahí donde se extienden los pulpos que agrupan sus petardos. Un centenar de kilos que estallarán al más puro estilo Pedro Luis. Será en un momento dado cuando varios disparos salgan al cielo anexos al ritmo de la mascletà.

Estos contienen las cenizas de las pasadas Hogueras de Alicante, símbolo del resurgir año tras año de las fiestas oficiales de la ciudad. Estas van pegadas, en otro recipiente, a los petardos que el maestro alicantino prenderá, con el fin de provocar una atmósfera que huela a tradición, pólvora y cremà.

El maestro alicantino no tiene reparo en desvelar el secreto de su elaboración. Es en su taller donde recopiló las cenizas y con un garbillo coló los restos para desechar cualquier residuo que no combine con el encargo.

Así, con horas de paciencia, logra el material idóneo perfectamente reducido -aún más- a polvo de cenizas. Después, las dosifica e introduce en varios tubos, que van «anexos» a los petardos que disparará durante la tarde de este sábado.

Es así como consigue que los restos de las últimas Hogueras de Alicante estallen y, además, lleguen a todos los rincones de la zona de disparo. Este es su objetivo, adelantar y fusionar los días grandes en unos pocos minutos.

La conversación con Pedro Luis Sirvent continúa. Son muchos los recuerdos que afloran en sus grandes hitos. Entre ellos, hace memoria, colocar los nombres de cada hoguera y barraca a los petardos que formaron las filas de una de sus mascletàs. Porque sí, porque «todas son especiales».

También, cuando recibió el encargo de crear una mascletà multisensorial, diriga a personas con discapacidad auditiva. Sirvent no tuvo reparo alguno en ponerse manos a la obra y crear un disparo «para vibrar». Y vaya si lo hizo, igual que en cada ocasión que enciende su llama.

Aún así, él siempre es el más sorprendido. «Cuando hay nuevo, siempre me llaman a mí», confiesa con asombro. «No sé si es casualidad», o simplemente, que Alicante tiene al genio de la pólvora y de las cenizas, entre otras tantas cosas con las que Pedro Luis Sirvent ha hecho historia.

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