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Desde años atrás, Julio Castillo regresa a su Alicante natal -cuando aprecia la silueta del baluarte, en lo alto del Benacantil, desde la autovía sabe que está en casa- durante los días de Hogueras. No lo hace para, como en ocasiones anteriores, ponerse el mono de faena y retocar los últimos detalles, sino para disfrutar del arte que sus compañeros de oficio plantan cada junio en las calles de la ciudad.
Este alicantino decidió poner un nuevo rumbo en su trayectoria profesional, tras trabajar con grandes artistas -de la talla de Pedro Soriano, Juan Capella y Luis Boix- en Alicante y Valencia. Su vida continúa en el taller, pero desde hace más de dos décadas ha trabajado -y lo sigue haciendo- en varias empresas de decorados de teatro y espectáculos, además de dar forma en sus colecciones de arte propias.
Su valía y dotes le han hecho dar la vuelta al mundo. Sus obras más íntimas y personales, con la técnica escultórica por delante, han recorrido museos de la talla del Louvre en París, de arte moderno en Estocolmo y Nueva York, también en Tokyo, Kyoto e Hiroshima, así como en Macao y Milán.
Eso sí, Alicante es su ciudad pendiente y lamenta el dicho de que «nadie es profeta en su tierra», tras participar en 124 exposiciones colectivas repartidas por varios continentes y ofrecer más de una decena a título individual.
Asimismo, Julio Castillo ha montado decorados en el Teatro Real de Madrid, en el de La Zarzuela, en el Liceo de Barcelona así como en los Châtelet y Lido de París, entre otros. De todo ello destaca el decorado que, junto al resto de compañeros -herreros, carpinteros, escultores como el propio artista y pintores, «somos un engranaje en el que todos dependemos de todos»-, construyeron para 'Die Feen', la primera ópera de Wagner. «Era una lámpara de casi cinco metros de diámetro, una maravilla».
Y no solo eso, sino que el artista alicantino también ha dado forma a los decorados de espectáculos que se han representado en los parques temáticos Puy du Fou de Toledo y Nantes, junto a esculturas que han decorado las carrozas de la Expo de Zaragoza, elementos del Circo del Sol y mucho más. «Me he dedicado toda mi vida a esto», a llevar a las tres dimensiones las creaciones plasmadas en plano y papel.
El arte en las manos y la mente de Julio Castillo emergió desde bien pequeño. Era en sus paseos por la calle Doctor Nieto, en el barrio de Carolinas Altas, cuando la curiosidad por esta disciplina le picó al vivir a dos números de una vivienda que Pedro Soriano alquiló. En ella aguardaban moldes de ninots y otros materiales. «Un día pasé por allí, entré y no salí».
Fue a partir de ese momento cuando el incipiente artesano y Soriano entablaron amistad, la cual marcó la trayectoria profesional de este alicantino. Sus primeros pasos en el mundo de las Hogueras de Alicante los dio con el artista de la mítica 'Crisol' -aunque Castillo reconoce que le impresionó aún más 'Amanecer' en Benalúa el inicio de sus cuatro primeros premios consecutivos, «para mí es la mejor que ha hecho»- y, también con Juan Capella, trabajando en 'La mano' foguera con la que Ciudad de Asís logró un segundo premio de Especial.
Años después de mostrar su dote en el ámbito foguerer, Julio Castillo decidió partir a Valencia para «estudiar Arte y oficios, y me metí después en Bellas Artes». Eso sí, continuó en el oficio de artista, «para costearme la estancia y los estudios en Valencia», con todo tipo de maestros, «algunos bastante desconocidos». Aunque para él, el más importante fue Luis Boix, con quien plantó durante varios años la falla municipal infantil.
A pesar de residir en la capital del Túria, Julio Castillo no ha renunciado a sus raíces. En su historial festero destaca ser uno de los comisionados que fundó la hoguera infantil de Foguerer Carolines en 1975, con Miguel Sanjuán a la cabeza. Cuatro años después, el joven festero compartió presidencia, en su caso la infantil, con Raúl Baeza. Tras ser elegido como presidente de la entonces Comisión Gestora en 1983, Castillo decidió incorporarse a las filas de la hoguera Plaza de Gabriel Miró, presidida por José Ángel Guirao, y diseñó su banderín, el cual se mantiene hasta la actualidad.
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Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Fernando Morales y Sara I. Belled
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