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Que Ana Barceló era una mujer de Ximo Puig nadie tenía duda. La candidata a la Alcaldía es una apuesta personal del presidente de la Generalitat Valenciana y ella le responde hasta el final. La presentación de la candidatura socialista a las elecciones municipales del 28M fue una muestra más de la inquebrantable fe de Barceló en el secretario general de los socialistas valencianos.
El marco ha sido las nuevas dependencias del Distrito Digital en el puerto de Alicante, la iniciativa estrella de la Generalitat para la capital provincial. El invitado de honor ha sido el propio Ximo Puig. Nadie del Gobierno central ha acompañado a Barceló en la presentación de su candidatura, como sí ocurrió este jueves con Rubén Alfaro en Elda y pasará este sábado con Jesús Villar en San Vicente del Raspeig.
Curioso que miembros del Ejecutivo acudan a importantes poblaciones de la provincia, pero no a la capital provincial. Pero lo importante es que estaba Puig, acompañado por los consellers Josefina Bueno y Miguel Mínguez; el secretario general alicantino, Alejandro Soler, y el alcalde de Elda, Rubén Alfaro. En la primera fila, por un lado el militante Ángel Franco.
La adhesión de Barceló a Puig no se quedó solo en las formas, sino en el fondo. En su discurso, la candidata comenzó a desgranar algunas de las iniciativas que propone para Alicante en su programa electoral. Literalmente, ofreció la ciudad a Ximo Puig: «President, aquí tienes un plató para la Ciudad de la Luz», dijo señalando al 'skyline' alicantino con el Castillo de Santa Bárbara al fondo.
Barceló, parafraseando a Nelson Mandela, pidió votar «con esperanza, no con miedos». Las mismas que pone en las acciones de un tercer Botànic, si llega, en Alicante. A saber, reactivar el Plan Edificant, la Ciudad de la Luz y, sobre todo, la reforma del estadio Rico Pérez para convertirlo en el Arena Alicante. Al respecto, ha dejado para un anuncio posterior el plan deportivo socialista para Alicante, al mando del exherculano Eduardo Rodríguez, fichaje estrella de la candidatura.
Como proyectos propios, más allá de retirar la Ordenanza de Convivencia, «de la vergüenza» en términos socialistas, se ha comprometido a crear una Oficina de Atracción de Inversiones a Alicante «porque necesitamos más industria». Pero, sobre todo, «una ciudad más limpia, que brille», tirando de juego de palabras con el lema de campaña: «Volver a brillar».
Puig ha cerrado el acto como invitado de lujo. El presidente ha enumerado las inversiones que ha realizado la Generalitat Valenciana durante todo este mandato en Alicante, como la Ciudad de la Justicia, ahora en marcha, o el propio Distrito Digital donde se ha realizado el acto.
Y las que quedan pendientes, como la conexión del Tranvía con la estación de trenes o los centros de salud. En la legislatura no se ha construido ninguno e iniciado obras en el de Gerona.
En la misma línea que Barceló respecto al Ayuntamiento de Alicante, ha criticado que estas inversiones «se han realizado sin contar con el gobierno municipal». Ha culpado a la derecha de «no tener proyecto, por eso se dedican a destruir».
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