El lapsus de Ana Barceló

La cotorra

Sábado, 29 de abril 2023, 07:28 | Actualizado 08:36h.

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Como bien saben, esta cotorra es una experta en recorrer toda la ciudad y conocer cada uno de sus rincones. Y como se acercan las elecciones qué mejor manera que seguir de cerca a todos y cada uno de los candidatos que quieren gobernar Alicante

El pasado miércoles fue el turno de la cabeza de cartel socialista, Ana Barceló, quien presentó su cartel electoral. Con una chaqueta amarilla como el sol de Alicante, la candidata socialista explicó que quiere devolver a Alicante al siglo XIX. No, no se asusten, queridos lectores, que el final de ese siglo y principios del XX se conoce como la Edad de Plata, un momento de florecimiento de las letras, las artes y la cultura en general en la ciudad, una época de transformación en la que florecieron muchas de las grandes figuras que hoy dan nombre a las principales avenidas de Alicante.

Eso mismo explicó Barceló, «una época en la que florecieron personalidades como Oscar Esplá», y ahí se quedó la candidata. Tuvo un pequeño lapsus, se quedó en blanco, en blanco como la fuente de los Luceros el día de su inauguración.

«Esto me lo sabía, perdonad, me he quedado en blanco», comentó Barceló ante los periodistas, y dicho esto bebió algo de agua y continuó. «Personalidades como Gabriel Miró. Florecieron las letras, el teatro, los artistas, los pintores...». «La época de expansión de la ciudad, cuando se construye el Mercado Central, con políticos que representan al liberalismo y al republicanismo como Eleuterio Maisonave, Santiago Ramón y Cajal o el Doctor Rico. Una época en la que la ciudad alcanzó el mayor modernismo.» Concluyó la candidata, dando por superado el bache. Los nervios a veces traicionan, aunque uno lleve muy bien preparada su intervención, algo perfectamente entendible y que le pasa a cualquier hijo de vecino.

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Ya saben ustedes que esta cotorra es muy habitual en los plenos municipales de Alicante. Y es que desde los amplios ventanales del Ayuntamiento alicantino se pueden ver muchas cosas, aunque últimamente les han puesto candados a los balcones, no sé muy bien si para que no entre yo o para que no haya concejales espontáneos que se asomen.

El caso es que en este pleno el protagonista absoluto fue el -a estas horas ya- exconcejal Manuel Jiménez. Como bien sabrán, el edil ha sido el blanco de varias polémicas en las últimas semanas en el Ayuntamiento de Alicante por unas obras en las partidas rurales que han supuesto su dimisión como responsable político y su autoexclusión de las listas municipales del Partido Popular.

Esta vez Jiménez no hizo uso de su gran habilidad como artista para mencionar a algún cantante o parafrasear a Alaska. Sin embargo, sí hizo mención de otra de sus pasiones habituales, el fuego de las Hogueras. Mientras el exedil hablaba de convertir la política en un circo y de cómo la oposición le había utilizado en el fuego cruzado de la precampaña, desde la bancada de enfrente le indicaban encarecidamente que buscara entre sus compañeros de partido y «el fuego amigo» la mano que ha acabado con su proyección política. Ya bien saben aquello de «están los amigos, los enemigos y los compañeros de partido».

Con tanto fuego a esta cotorra le están entrando muchas ganas de una buena mascletà.A poco más de 50 días de que empiecen las Hogueras 2023 ya me estoy preparando el traje para la Ofrenda y el 'cabasset' para las noches de racó.

Esta semana, el president de la Generalitat Valenciana ha sido el protagonista del Foro Cámara Business Club de Alicante. Tras su comparecencia como candidato del PSPV, en la que no aportó nada nuevo a los presentes, se abrió el turno de preguntas por parte de los empresarios reunidos en el restaurante Finca Santa Luzia.

El primero en hacerse con el micrófono, como no podía ser de otra forma, fue el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño, quién recurrió a Puig para pedirle ayuda ante la puesta en marcha de la nueva sede en Panoramis, en el puerto de Alicante.

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Petición que obtuvo una respuesta más que positiva del actual jefe del Consell, que se comprometió a que si él ganaba las elecciones autonómicas, y no Mazón, habilitaría y acondicionaría «el despacho que se merece el líder de los populares», ya que es el gerente en excedencia de la Cámara de Alicante y, por lo tanto, supondrá que Carlos Mazón habría perdido la cita con las urnas, y volvería a su puesto en esta entidad empresarial. Unas palabras que desataron las risas de todos los que estaban en el foro empresarial.

Aunque, tratándose de Baño, lo llamativo fue cómo planteó la cuestión a Puig. De hecho, explicó que en el anterior foro en el que el protagonista fue Carlos Mazón, le trasladó que si conseguía ser el líder del nuevo Consell, «contad con nosotros, con nuestro apoyo» para la nueva sede.

Así lo narró el presidente cameral quien añadió su intención de «delegarnos trabajos y servicios» a la Cámara.

«Como sabes presidente -dijo Baño a Ximo Puig- Carlos Mazón es el gerente en excedencia de la Cámara de Alicante; entonces, sí ganas tú las elecciones autonómicas, Carlos (Mazón) no nos podrá dar la ayuda que nos ofreció, por lo que tendremos que hacerle un despacho digno. Pero, tú nos ayudarás, no?». El president, entre risas, contestó: «Por supuesto, Carlos Mazón tendrá el despacho que se merece».

La guinda la puso el vicepresidente cameral, Jesús Navarro, quien dirigiéndose a Puig le espetó: ¡un gran despacho, no president?

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Cuando llega el calor, esta cotorra tiene la sana costumbre de migrar a algunos de los preciosos pueblos y ciudades costeras de nuestra provincia y, así, refrescar un poco las alas. Y desde aquí, desde las alturas, observa una muchas cosas que a ras de suelo no puede llegar a imaginar.

Eso es lo que me pasó varios días seguidos en mis visitas a l'Alfàs del Pi. Soy más de volar sobre el Parc Natural de la Serra Gelada, pero llevo dos semanas más interesada en el centro del pueblo, donde entre desayunos, cafés, almuerzos y cenas las distintas familias del Partido Popular han ido cocinando poco a poco una receta que ha hecho estallar la olla a presión de esa formación en el pueblo.

Llegó Carlos Pastor a unir el PP alfasino, dijo el otro día, y se marcha arrancando su cara y sus siglas del escaparate de un local, ya es casualidad, situado justo en la acera de enfrente del del PSPV-PSOE.