El viaje del Sabadell a Alicante: de las esperanzas en 2017 a las incertidumbres que siembra hoy su regreso a Cataluña

El retorno del Banco Sabadell a Cataluña pone fin a siete años en los que la entidad ha mantenido la sede social en Alicante, adonde se marchó después de que el 'procés' provocara la fuga de muchas empresas ante la incertidumbre política desencadenada por Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y sus correligionarios a causa de la declaración unilateral de independencia. El traslado, fechado una semana después del referéndum del 1 de octubre de 2017, fue tan bien recibido como ahora mal encajado el regreso a Cataluña por empresarios e instituciones alicantinos.

Aunque la sede operativa se ha mantenido en Barcelona todos estos años, el cambio del domicilio social y también fiscal del Banco Sabadell a Alicante supuso un símbolo político y también beneficios económicos a la cuarta provincia de España. Desde que la propia entidad catalana absorbiera en 2012 a la extinta CAM, Alicante se había quedado sin representación financiera de relevancia. Con la llegada del Sabadell, se entendía que la provincia volvía a tener una entidad propia, con capacidad de crédito a pymes y empresas.

Así al menos lo entendían los máximos responsables de las organizaciones empresariales alicantinas, Cámara de Comercio y Coepa. El entonces presidente de la ahora desaparecida Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa), Francisco Gómez, se mostraba «bastante optimista» sobre que la entidad pudiera aumentar sus inversiones en la provincia. «Es bueno para las empresas y para la provincia en general porque nos pone en el mapa financiero español, y porque lo que perdimos con el fin de la CAM, la cercanía con los órganos ejecutivos de una entidad bancaria, se puede recuperar», valoraba en su día el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera.

Fiscalmente, el hecho de que se registrara la sede del Banco Sabadell en Alicante ha reportado beneficios. Como entidad inscrita en Alicante, paga el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en Alicante. Aunque tribute el Impuesto de Sociedades a nivel general como gran tenedor, la marcha a Cataluña también afectará a la provincia, por las transferencias del Ministerio de Hacienda al territorio por financiación en función de la generación de riqueza. Es decir, cuanto más se produce más se transfiere. Todo ello se perderá con el cambio.

La absorción de la CAM en 2012 supuso un salto cualitativo al Banco Sabadell, así como su cambio de sede social cinco años después. Las últimas cuentas presentadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta el tercer trimestre de 2024 muestran unos beneficios récord de 1.295 millones de euros. En octubre de 2017, justo con el cambio de la sede social, fueron de 653 millones de euros.

En cuanto a la producción de crédito a empresas en España, es decir, la financiación a medio y largo plazo más las líneas de crédito, ascendió a 11.413 millones de euros entre enero y septiembre de 2024.

Si se habla de estructuras, la absorción de la CAM transformó el Banco Sabadell en Alicante de tener una presencia testimonial a hegemónica. En la actualidad, mantiene más de 200 sucursales abiertas en la provincia, que dan empleo a 1.440 trabajadores. Buena parte de los miedos a una fusión con el BBVA se debían a una reducción tanto de oficinas como de personal. Ahora, el retorno a Cataluña devuelve la incertidumbre sobre el arraigo que mantendrá el Sabadell con Alicante, si será con la magnitud actual o habrá algún tipo de ajuste, pese a que sus directivos lo han negado categóricamente.

Al respecto, desde Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario en el Banco Sabadell, entienden que el traslado «no tiene que llevar aparejado ningún tipo de movimiento ni reestructuración productiva«. Por tanto, el mantenimiento de sucursales y personal parece garantizado, que es lo que ha pedido el presidente de la Diputación, Toni Pérez, igual que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y el resto de autoridades políticas y líderes económicos del territorio.

«No hay lógica de negocio y no sería esperable», explica a TodoAlicante el delegado de CC OO, Ramón González. El sindicato mantiene abierta una línea de diálogo con la entidad desde la oferta pública de acciones del BBVA, donde la confluencia de oficinas sí ponía en riesgo el mantenimiento de la plantilla.

Queda una cuarta parte pendiente en cuanto la vinculación del Banco Sabadell en Alicante: la herencia recibida de la antigua Caja Mediterráneo (CAM). La entidad es copropietaria del Teatro Principal de Alicante, por lo tanto, un protagonista esencial en su sostenimiento económico. Y, además, participa financieramente en la conservación de patrimonio en edificios históricos y patrocina numerosos eventos culturales y sociales.

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