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Cultivo de cereales con la tierra seca. Asaja
La sequía y Bruselas hacen del 2024 un año dramático para el campo alicantino
Agricultura

La sequía y Bruselas hacen del 2024 un año dramático para el campo alicantino

La falta de lluvias ha causado verdaderos estragos en los cultivos de secano de la provincia | Desde Asaja denuncian los «agravios impuestos desde la Unión Europea» con los diferentes acuerdos con terceros países y la falta de reciprocidad

Jueves, 9 de enero 2025, 13:57

El sector agrícola de la provincia cierra otro año nefasto donde ha vuelto a sobresalir un protagonista por encima de los demás: la sequía. La falta de lluvias ha condenado al campo alicantino a un año donde los cultivos de secano se han enfrentado a mermas del 100% en casos como el cereal o la cereza en varias zonas de la montaña.

A la «extrema» falta de lluvias se le suma la política europea como el otro gran causante de los males del campo, según denuncia el sector. Dos factores que han agravado la complicada situación que atraviesa el campo, que vuelve a cerrar otro año, el del 2024, con datos más que preocupantes en muchos de sus cultivos más emblemáticos.

Así lo explican desde la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante, que ha presentado este jueves su balance agrario del 2024 y en el que han destacado entre las principales causas del mal año de la agricultura la sequía, los bajos precios en origen y la normativa europea. A ellos se le suma la falta de agua ya no solo por las lluvias, sino también en el trasvase Tajo-Segura y sus recortes.

El presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, ha asegurado que «vamos a recordar este 2024 por la crisis histórica del limón y por la extrema falta de lluvias y agua de riego que ha afectado a la provincia». Andreu explica que este año ha habido un déficit de precipitaciones del 56%, lo que ha «arrasado» cutlivos de secano y está poniendo «en serio riesgo la supervivencia de la vid, cereza y almendros».

Las altas temperaturas que han imperado mes a mes han provocado «mucho estrés en las plantaciones, causando una caída estrepitosa de la producción», expresa Andreu, quien avanza que «habrá que innovar para superar estos problemas, que han llegado para quedarse». A las inclemencias meteorológicas se añaden los recortes del trasvase Tajo-Segura cuando «hay más de 1.100 hectómetros de reservas, un dato histórico para bien», expresa Andreu, que critica «las decisiones políticas» en esta materia y remarca que «no podemos dejar que nos impongan leyes que no tengan ningún sentido», en referencia a las restricciones de 40% para regadíos tradicionales o del 57% para los no tradicionales.

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El dirigente de Asaja Alicante ha explicado que el 2024 será también recordado «por las políticas que nos imponen desde Europa» y critica los acuerdos que «dificultan a nuestros agricultores y ganaderos». Desde la asociación agraria califican a Bruselas de «un verdadero obstáculo para los productores», y destacan que estas decisiones «se toman al margen de la realidad del sector».

Andreu vuelve a insistir en la necesidad de un acuerdo con Mercosur que respete las normas europeas de seguridad y las garantías sanitarias y se muestra crítico con una burocracia «que cada día nos asfixia más». El presidente también hace referencia a la Ley de la Restauración de la Naturaleza, aprobada en agosto y que «carece de una financiación clara y coherente para restaurar los ecosistemas de toda la UE».

Cultivos afectados

Por cultivos ha sido un año especialmente duro para los de secano. Cosechas como la uva de vinificación han estado marcadas por la sequía y algunas cooperativas del norte de la provincia, como la de Xaló, han sufrido una pérdida de producción de dos millones de kilos en la uva de Moscatel y Giró. De hecho la cosecha de este 2024, según datos de Asaja y de la Denominación de Origen Vinos Alicante, se sitúa en una cifra de 16 millones de kilos, «muy baja» e inferior a los datos del 2023, que ya fueron negativos. «Ha sido la menor cosecha de la DO, explica su presidente y vicepresidente de Asaja, José Juan Reus, quien destaca que a pesar de toda la merma, del 85% en algunas zonas, la calidad ha sido alta.

En cuanto al almendro, Andreu expresa que enfermedades y plagas como la avispilla o la Xylella «están condicionando los cultivos» y destaca que la provincia «ha batido récord negativo en la producción de almendra». En la Comunitat la merma ha sido del 33%, pasando de 6.702 toneladas a tan solo 4.490. Otros cultivos de secano como el cereal o la cereza de la montaña han tenido cosechas en blanco con mermas de casi el 100% en distintas zonas.

Otro de los cultivos más afectados ha sido el del limón, un fruto insignia en la provincia, pues se produce el 40% de toda España. A pesar de la buena producción, de 500.000 toneladas, la sobreoferta por la inclusión de limones de terceros países y los bajos precios en campo, en ocasiones de diez céntimos por kilo, han hecho que se quedasen 150.000 toneladas sin recolectar. «Ha puesto en peligro las explotaciones», asegura el presidente de Asaja Alicante.

Las reivindicaciones del campo

Asaja Alicante no ha querido terminar su balance sin volver a sacar a la palestra las reivindicaciones que lleva tiempo haciendo. Desde el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura hasta un plan de choque para mitigar los efectos de la sequía, pasando por políticas agrarias «adaptadas a la realidad de los productores».

Desde la asociació agraria vuelven a insistir en la necesidad del «cumplimeinto de la Ley de la Cadena Alimentaria« para acabar con los bajos precios en origen y piden un mayor cumplimeinto de esta norma para que los productores «cubran los costes de producción.

Otras de las reivindicaciones que lanzan desde Asaja son «el etiquetado obligatorio que informe al cosumidor sobre el origen de los alimentos» o la reducción de las trabas burocráticas, así como medidas que ayuden a evitar el abandono de cultivos, especialmente de secano.

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