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Muchos alicantinos se han visto sorprendidos durante estos últimos días de enero al comprobar su nómina. Este documento, así como la propia transferencia, muestra una reducción de sus salarios. El motivo viene dado por la subida del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Este impuesto llegó durante 2023 con la aprobación de la reforma de las pensiones en el Congreso de los Diputados. Así, este mecanismo (MEI) busca reducir la brecha de género entre pensionistas además de mantener y garantizar el sistema en el presente y los próximos años.
La subida del MEI durante este primer mes de 2025, ha traído consigo una reducción salarial que continuará aumentando en los próximos años. Se trata de un impuesto adicional a la Seguridad Social, que afecta a distintos cotizantes: trabajadores por cuenta ajena, autónomos y personas en situación de desempleo.
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Este impuesto, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, se ha incrementado, en este 2025, hasta los 0,80 puntos porcentuales de la nómina de cada trabajador. Se implanta sobre la base de cotización y se divide entre empresa y empleado, pagando un 0,67 y 0,13 respectivamente.
Esta última actualización se refleja en el salario neto de los trabajadores, que han visto su sueldo final reducido por la subida del Mecanismo de Equidad Intergeneracional, un importe que va directo a la 'hucha de las pensiones'.
La variación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional se ha visto aumentada en un 0,1 puntos durante este 2025, respecto al año pasado, lo que supone una reducción ligera de los salarios netos por este impuesto del Gobierno central.
El porcentaje puede parecer bajo, pero su efecto repercute notablemente en los salarios más altos. Este impuesto funciona así: a más sueldo, mayor será la cantidad descontada para derivar al fondo de pensiones estatal.
En números. Si una persona cuenta con un salario bruto de 2.000 euros mensuales, se calcula que con este impuesto se pagarán unos 16 euros. De estos, 13 euros los asumirá la empresa, mientras los otros tres los pagará el trabajador. Es decir, por cada euro que pague el empleado, la empresa asumirá cinco.
En el caso de una persona que cobre 1.500 euros, este nuevo impuesto, el MEI, supondrá 12 euros al mes. De estos, cerca de diez euros los asume la empresa y los otros dos el empleado. En cuanto a autónomos, el pago medio rondará los cinco euros.
Este impuesto subirá en los próximos años hasta 2029, cuando el Gobierno establezca un tope del 1,2%. La empresa pagará un uno por ciento y el trabajador el 0,2 restante, y se mantendrá así hasta el año 2050.
Las aportaciones recaudadas con el Mecanismo de Equidad Intergeneracional irán destinadas a un fondo de reserva del Gobierno. Esta 'hucha de las pensiones' se utilizará para cubrir el déficit del sistema cuando aumente la calidad de jubilados frente a la población activa de España.
Este impuesto queda reflejado en la nómina mensual, dentro del apartado 'Aportaciones a la Seguridad Social'. Es ahí donde se desgranan las cotizaciones, que se suman a las contingencias comunes.
El MEI no dará derecho a ningún cobro adicional para los actuales cotizantes, sino que se trata de un impuesto de carácter finalista cuyo objetivo es poder hacer frente a las pensiones en el futuro.
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