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Jorge Vilda, exseleccionador nacional, a su llegada a la Audiencia Nacional. Efe

Vilda admite que habló con el hermano de Hermoso para «bajar el suflé» pero niega coacciones

El exseleccionador femenino declara como investigado durante una hora y media ante el juez del 'caso Rubiales' junto al director de marketing Rubén Rivera

Mateo Balín

Madrid

Martes, 10 de octubre 2023, 08:04

Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina de fútbol, ha declarado durante una hora y media ante el juez que instruye el llamado 'caso Rubiales', la causa que investiga al expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) Luis Rubiales por el beso que propinó ... a la jugadora Jennifer Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial en Sídney (Australia).

Vilda, que fue destituido el pasado 5 de septiembre, salió del juzgado a las 11:45 horas tras comparecer ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número uno, Francisco de Jorge. Esta imputado por un delito de coacciones después de que el juez cambiara su condición de testigo a investigado tras la declaración de Rafael Hermoso, hermano de la futbolista, quien aseguró que recibió presiones de Vilda en el viaje de vuelta a Madrid para que respaldaran la versión de Rubiales.

Según fuentes judiciales, Vilda ha reconocido que habló con Rafael Hermoso «para intentar ayudar», que Rubiales no se lo pidió y que lo hizo por su cuenta porque «conocía mucho a Jennifer, le tenía mucho aprecio» y creyó «que era lo mejor para bajar el suflé» de la polémica del beso. En todo caso, negó que hubiera coaccionado al testigo de cargo, con el que mantuvo una conversación para no agobiar a Jennifer Hermoso. «Le dije que igual era bueno que Jenni diera su versión», ha declarado el exseleccionador.

Sobre el beso, Vilda ha dicho al juez que no lo vio cuando se produjo, que es cierto que en el avión de vuelta a Madrid el ambiente «estaba muy enrarecido» y sobre Rubiales, ha reiterado que este no le pidió hablar con nadie y que, en ningún caso, se considera «un hombre de su confianza».

Este mismo martes el magistrado también ha tomado declaración al director de marketing Rubén Rivera, quien también ha negado las coacciones en el viaje da Ibiza que hicieron las campeonas del mundo tras llegar a España. Rivera ha aportado mensajes de móvil con las jugadoras, de agradecimiento por todo lo que le pedían. Sobre el viaje a la isla, dijo que se lo mandó la federación y ha admitido que le pasó el teléfono a Jennifer Hermoso para que hablara con Albert Luque, director de la selección masculina, y Miguel García Caba, responsable de Integridad, porque era una especie de intermediario, «un correveidile cualificado».

Próximas declaraciones

Siguiendo esta ronda de declaraciones, el magistrado interrogará el próximo 16 de octubre como investigado a Albert Luque. Más adelante, el 2 de noviembre, escuchará al seleccionador masculino Luis de la Fuente, al exdirector de Comunicación de la FEF Pablo García Cuervo y al subdirector de Comunicación, Enrique Yunta. Por último, el juez ha citado el día 14 de noviembre al psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, al exdirector de gabinete de Luis Rubiales, José María Timón, y al responsable de compliance de la selección, Javier Pujol.

La teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, preguntó a Rubiales en sede judicial por cinco personas durante el interrogatorio ante el juez celebrado en el marco de la causa que se sigue por presuntos delitos de coacciones y agresión sexual.

Las fuentes consultadas explicaron entonces que el Ministerio Público trató de averiguar si esas cinco personas, entre las que se incluyen Vilda y los mencionados Luque y Rivera, habrían tratado de coaccionar a la jugadora tras el beso forzado.

«Fue un beso natural»

Esta misma semana se conoció la declaración íntegra en el juzgado del propio Rubiales, quien defendió que el beso fue una «muestra de afecto» que se produjo de forma «natural», a la luz de «millones de ojos» y que fue «con consentimiento». A preguntas del abogado de Jenni Hermoso, el expresidente aseveró que se trataba de una «celebración totalmente extraordinaria», que preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que ocurrió «con consentimiento».

«Si la pregunté antes, ¿cómo no la voy a respetar?», respondió a la pregunta de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarla en la boca, para luego apuntar que Hermoso tras ese episodio «se fue muerta de risa» y dándole «dos cachetes en el costado».

Por su parte, la jugadora declaró a preguntas de la Fiscalía que el beso no fue consentido ni se sintió respetada como persona y futbolista. «Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación», explicó.

Según su relato, se abrazó con Rubiales en la entrega de trofeos y afirmó: «La que hemos liado». Después, elexpresidente pegó un brinco sobre ella y la comentó: «Este Mundial lo hemos ganado gracias a ti». «Lo siguiente ya fue sus manos en mi cabeza y ya ahí no escuché nada más. Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras», rememoró Hermoso. «Ni me lo esperaba», añadió la deportista.

Cuestionada expresamente por si el beso fue consentido y si se sintió violentada o violada, Hermoso respondió que sí. «Claramente me sentí no respetada. En ese momento no se me respetó en ningún momento, ni como jugadora ni como persona, estaba viviendo algo que era histórico», apostilló.

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