La Copa del Mundo de ciclocross triunfa en la batalla turística y llena hoteles en Benidorm en plena temporada baja

El parque de El Moralet de Benidorm estrena este fin de semana su flamante condición de espacio reconocido como 'Sendero Azul 2025' por la Adeac albergando, junto al vecino parque urbano de Foietes, la tercera edición de la Copa del Mundo de ciclocross, una prueba ya asentada en el calendario internacional de la especialidad invernal del ciclismo y que se ha erigido en un evento 'llena hoteles' en la época más complicada para la principal industria de la ciudad.

A falta de cerrar los datos definitivos del fin de semana, los hoteleros de Benidorm confían en superar con creces el 80% de ocupación y acercarse, de esta manera, a eso que, hasta la llegada del ciclocross y el Benidorm Fest, parecía sólo una quimera: el lleno técnico en enero.

Si las perspectivas, tras las dos exitosas primeras ediciones de esa Copa del Mudo, ya eran altas, las buenas previsiones de tiempo que se esperan para hoy sábado y mañana domingo han levantado un poco más el ánimo en la industria alojativa local confiando en el efecto 'última hora' que esta circunstancia pueda provocar entre los visitantes de proximidad.

Por lo pronto, desde la organización del evento ciclista se muestran muy satisfechos por el hecho de que, por tercer año consecutivo, se va superar con creces esa barrera de los 15.000 aficionados, un logro que este año, ante la ausencia en la lista de inscritos de Mathieu Van der Poel (ganador el primer año), viene a demostrar que la prueba ya supone un atractivo más que suficiente como evento más allá de la nómina de participantes.

En eso tiene una gran responsabilidad el ciclista vilero Felipe Orts, asentadísimo ya en la elite de su deporte (este año ha conquistado el subcampeonato de Europa y los dos primeros podios de Copa del Mundo en la historia del ciclismo español) y que este año terminará el invierno con tres únicas apariciones en España: el campeonato de Europa que se disputó en Pontevedra, el campeonato de España de As Pontes y, por supuesto, la Copa del Mundo de Benidorm.

Como explica el máximo responsable del evento, Pascual Momparler, ya se puede hablar del 'efecto Felipe'. «Felipe ha conseguido despertar un gran interés entre los aficionados y son muchos los que van a venir a Benidorm soñando con verle subir al podio», afirma Momparler.

De hecho, ese interés por ver al de La Vila Joiosa correr 'en casa' no sólo se ha extendido entre los aficionados patrios, sino que muchos seguidores belgas y neerlandeses realizan este fin de semana una escapada hasta Benidorm para apoyar a un corredor que se ha ganado un hueco muy importante en sus corazones.

Un visitante, el procedente de Bélgica y Países Bajos, que fue, en su día, un puntal fundamental para la capital turística de la Costa Blanca, pero que con el tiempo fue derivando hacia otros destinos y que desde la Fundación Visit Benidorm llevan tiempo tratando de reenamorar.

Y para ello, la Copa del Mundo de ciclocorss, explica la directora del ente promocional de Benidorm, Leire Bilbao, juega un papel clave. «El turismo deportivo, ya sea para participar o para disfrutar como espectador de los grandes eventos deportivos; está transformado la temporada media o 'maja' (parafraseando al alcalde) posicionándose junto a los congresos e incentivos como claves para la diversificación del sol y playa», asegura.

Leire Bilbao añade que «estos turistas tienen un perfil en el cual el turismo activo y experiencial forma parte de sus objetivos» y eso es, exactamente, lo que la industria turística de Benidorm se encarga de ofrecerles. Todo ello, añade la directora de la Fundación Visit Benidorm, «complementado con la gastronomía de forma muy destacada».

Además de la Copa del Mundo de ciclocross, que se disputa el domingo, la organización de la prueba apostó, desde la primera edición, por el BenidormCX, una jornada de carreras de categoría nacional (para todas las categorías desde las escuelas de ciclismo hasta los Máster 60) que se celebra el sábado sobre el mismo circuito.

Esa jornada, que ha arrancado a las nueve de la mañana de hoy, ha conseguido reunir a más de medio millar de participantes entre todas las categorías. Ellos, junto a sus acompañantes (se calcula que por cada participante acuden a Benidorm tres personas más de media), también suponen un revulsivo de ocupación hotelera y, sobre todo, hostelera.

Los responsables de Abreca afirman que, por el momento, no disponen de datos concretos sobre el crecimiento de demandas que traerá esta Copa del Mundo de ciclocross respecto a ediciones pretéritas, pero sí han experimentado ya un notable aumento en el número de reservas en relación a otros fines de semana de los meses más fríos del año. En algunos locales, de hecho, resulta imposible encontrar mesa para el sábado o el domingo desde hace varios días.

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