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10 cosas que tienes que hacer para adaptarte al cambio de horaComo sabes, el próximo domingo 29 de octubre se cambia la hora. A las tres de la madrugada serán las dos, por lo que ganaremos una hora de sueño. En principio esto debería ser una buena noticia. Más tiempo para descansar, ¿no? Sin embargo, estoy seguro de que al leer esta noticia se te ha escapado un suspirito de puro fastidio. No te preocupes: el sentimiento es mutuo. Prácticamente todos los españoles estamos bastante hartos de esta medida, que si bien tiene un propósito razonable, en la práctica provoca todo tipo de trastornos y molestias.
El cambio de hora es un jet lag sin necesidad de subirse a un avión. Pasar del horario de verano al de invierno supone toda una proeza para nuestro organismo, que debe readaptar sus ciclos naturales (los famosos ritmos circadianos de los que tanto habréis oído hablar) para acostumbrarse a funcionar de acuerdo con las nuevas horas de luz. Esto trae consigo diversos efectos como el insomnio, el cansancio, una mayor irritabilidad o dificultades para mantener la concentración en las tareas cotidianas, entre otros síntomas negativos.
La secreción irregular de melatonina, esencial para regular el sueño, y la falta de vitamina D son algunas de las causas fisiológicas que se encuentran tras la mayoría de estos problemas. Por desgracia, no existen soluciones mágicas que nos hagan inmunes al trance del cambio de hora, pero sí que conozco algunos consejos que pueden serte de ayuda para amortiguar el inminente impacto del horario de invierno.
Aquí tienes 10 tips muy sencillos para adaptarte al nuevo ciclo solar y no morir en el intento. ¡Mucho ánimo!
De acuerdo con un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia, se necesitan 130 minutos de sol para obtener la dosis de vitamina D diaria recomendada. Un paseo de poco más de 2 horas, teniendo en cuenta que en otoño y en invierno vamos mucho más tapados, es una de las mejores formas de absorber energía de manera natural.
Y para pasear con estilo, no te pierdas estas geniales gafas de sol Carbon Black de la marca Hawkers.
La actividad física nunca está de más, pero en las épocas de cambio horario es especialmente recomendable. Hacer ejercicio de manera moderada contribuye a mantenernos activos y acompasar mejor nuestros ritmos circadianos al nuevo ciclo solar. Eso sí: evita siempre hacerlo pasadas las 19:00 de la tarde para no estimular tu metabolismo y tener problemas de sueño.
Seguro que con estar zapatillas deportivas de la marca Skechers te animas a hacer un poco de running cada día.
La comida más importante del día alcanza el grado de vital cuando se trata de mantener las riendas de nuestro organismo mientras acabamos de acostumbrarnos al horario de invierno. Para ello, una opción que nunca falla es un buen tazón de muesli con leche o yogur: fuente de vitaminas B y E para cuidar tanto de nuestros huesos como de nuestro corazón.
Aquí te dejo una deliciosa oferta de muesli con fruta deshidratada de la marca Bio, exclusivo de El Corte Inglés.
A veces hace falta una pequeña ayuda para superar la fatiga, la falta de sueño y los problemas para concentrarse. En este sentido, el triptófano es una de las herramientas más eficaces con las que contamos. Se trata de un precursor de la serotonina, fundamental para la regulación de nuestro estado de ánimo, así como un agente que favorece la producción de melatonina, clave para gozar de un buen descanso.
Para garantizar nuestra dosis diaria, contamos con los comprimidos de triptófano con magnesio de la conocida marca española Ana María Lajusticia.
Todos los expertos coinciden en que la clave para superar las dificultades del cambio de hora pasa por un buen descanso nocturno. Para ello, es imprescindible cenar adecuadamente, siempre 2 o 3 horas antes de acostarnos, prescindiendo de comidas copiosas o alimentos excesivamente grasos que dificulten la digestión.
Si no sabes qué prepararte, déjate aconsejar por este libro de recetas saludables para la cena Ani y Sara, del canal Fit Happy Sisters.
Muy relacionado con lo anterior es el tema de la siesta. Dado que durante los cambios de hora nos cuesta más dormir por las noches, muchos piensan que se puede compensar ese tiempo de sueño con una siesta. ¡Error! Dormir por la tarde obstaculizará aún más nuestro proceso de adaptación al ciclo solar, corriendo el riesgo de convertir el insomnio en un problema más duradero.
Si aun así eres de los que no perdonan el sueñecito de después de comer, procura que no dure más de 30 minutos. Y, en cualquier caso, prueba a dormir de un tirón por las noches con esta almohada viscoelástica de la marca Todocama.
El brillo de las pantallas, ya sean tablets, móviles u ordenadores, afecta directamente a la calidad de tu sueño. Si usas estos dispositivos justo antes de cerrar los ojos e intentar dormir, te darás cuenta de que es mucho más difícil alcanzar la fase REM de una manera satisfactoria, con lo que, al final, no descansarás en absoluto. Te recomiendo que, hasta que te adaptes al cambio horario, apagues las pantallas al menos 1 hora antes de acostarse… ¡y que vuelvas al libro tradicional y le des un descanso al electrónico durante un tiempo!
Para ayudarte a dormir en un entorno libre de luces, aquí tienes unos prácticos y cómodos antifaces de la marca Trilancer.
Puede parecer un consejo obvio a estas alturas, pero merece la pena insistir. Las bebidas excitantes y el azúcar no son la mejor idea del mundo cuando el objetivo es conseguir dormir bien cada noche. Si vas a tomar café o alimentos con mucho azúcar, procura que sea siempre antes del mediodía para que tu metabolismo tenga tiempo de procesarlos y no te enfrentes a una digestión pesada.
Como alternativa al café, quizá te interese probar este zumo de la marca Juver 100% veggie, sin azúcares añadidos.
Picotear es un vicio que no tiene enmienda. Esto es así. No seré yo quien lo promueva, pero sí que tengo una sugerencia que haceros: un puñado de frutos secos como aperitivo o a la hora de la merienda. De esta manera mataréis el gusanillo sin atiborraros demasiado, y al mismo tiempo estaréis consumiendo un alimento rico en energías y proteínas saludables. Además, se trata de una manera deliciosa de reducir el estrés gracias a la generación de cortisol.
O dejo aquí esta bolsa de 1 kilo de frutos secos de la marca ZIG que incluye nueces, anacardos, pasas, avellanas, almendras y arándanos.
Sí, sí: medita. Tal y como lo estás leyendo. Te parecerá una tontería hasta que lo pruebes. No necesitas mucho: 1 o 2 horas al día, nada más, en un sitio tranquilo donde te sientas a gusto. Deja vagar tus pensamientos y aprende a respirar correctamente. Cada uno puede hacerlo a su manera, no existe una única forma de meditar. Lo importante es que sepas que puedes contar con un ratito al día para alejarte del estrés y olvidarte momentáneamente de tus preocupaciones.
Para ayudarte a crear una atmósfera que facilite tu relajación, prueba a perfumar tu casa con estas varillas de incienso de la marca Fumino.
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