Puig: «No habrá ningún tsunami económico porque vamos a conseguir agua para siempre»

Puig entiende que la decisión que ha tomado el Gobierno central «no nos gusta en los términos en los que se ha tomado» porque es «razonable» que el Gobierno en estos momentos fije un caudal ecológico porque está «obligado» por la Justicia, pero el Consell le exige que lo actualice en 2025. Por ello, de producirse un tsunami, «sería a finales de esta década», pero ha señalado que «si hacemos las cosas bien» no tendrá esas consecuencias negativas porque «vamos a conseguir agua para siempre».

«El agua no puede ser un patrimonio de un territorio, sino del conjunto de los españoles» y, además, hay que ser conscientes de que estamos en un escenario de emergencia climática con un descenso de las lluvias.

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Por ello, urge a aprovechar «al máximo» todos los recursos disponibles como la desalación, la reutilización, las aguas subterráneas y también el trasvase, pero «sin guerras del agua que solo producen barro y que acaban destruyendo la convivencia».

Al respecto, ha destacado que si se cumplen todas las inversiones previstas en el real decreto y se financia la desalación con las ayudas que ha comprometido el Estado y que completará la Generalitat hasta los 24 céntimos por hectómetro cúbico. El presidente de la Generalitat considera que, a un precio adecuado del agua desalada, «se puede superar esta situación» y nuestra agricultura siga siendo «competitiva».

De hecho, ha resaltado que el agua desalada en Alicante ya llega a Murcia y cada vez es de «mejor calidad» lo que aporta «seguridad» en el futuro. Sin embargo, ha lamentado: «Unos y otros parecen que están interesados en hacer de esto un combate político y lo que queremos nosotros y los regantes son soluciones para que la huerta de Europa, que significa miles de empleos, no se pierda».