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No se muere quien se va, solo se muere quien se olvida. Y Adrián Soler sigue presente en cada una de las personas que tuvimos el placer de conocerle. Muy amigo de sus amigos, con los pies en la tierra y los valores que Matilde ... Lázaro, su madre, le inculcó desde pequeño, así era Adrián, que se despidió de nosotros el 27 de noviembre de 2018 debido al cáncer de páncreas contra el que estuvo luchando tres años.
Alicantino con espíritu italiano y sevillano, siempre con una sonrisa, con su esencia positiva y luchadora y un sentido del humor que hacía reir a quien le rodeaba. La ciudad alicantina recuerda a Soler como una persona realmente buena, sin maldad, y así lo demuestran cada año en los que el recuerdo de su figura permanece en el césped de El Vincle, lugar donde sus amigos y familiares se reúnen para mantener viva su memoria.
Este sábado se conmemora el IV Memorial en su honor en el Polideportivo El Vincle, Campello, donde el CD Betis Florida, CFI Alicante y CD El Campello, equipos en los que pudo disfrutar de su pasión, el fútbol, disputarán un triangular.
La enfermedad no frenó las ganas de aprender de Adrián Soler. El alicantino estudió en el colegio público CEIP Gabriel Miró, donde comenzó a dar las primeras patadas al balón en el equipo de fútbol sala, y más tarde en el IES Antonio José Cavanilles, hasta 1º de bachillerato.
«Era un gran alumno y compañero, todos los que compartimos clase con él nos acordamos de las miles de bromas y risas de esa etapa de nuestra vida», afirma Karlos Giménez, amigo de Soler desde el colegio.
Además del sentido del humor, Adrián se hacía querer por su valores éticos. El recuerdo que ha dejado en las personas más cercanas y en las que le conocían algo menos es el fruto de la educación que ha recibido. «Habrá crecido con más o menos cosas, pero siempre con valores», confiesa orgullosa su madre.
Con la actitud positiva y espíritu luchador que le representaban, Adrián siguió estudiando mientras combatía el cáncer de páncreas. Estando en 4º de la ESO, una vez diagnosticada la enfermedad y en tratamiento, no cesaba su interés y ganas de aprender, pues consiguió terminar la educación secundaria y adentrarse en 1º de bachillerato.
Karlos Giménez
Amigo de Adrián Soler
«Tenía un sentido del humor muy bueno, de esos que hacen falta cuando la cosa está tensa y rompen el hielo», confiesa Mati, su madre. Karlos también recuerda esta parte de su amigo, que hacía del insituto «un sitio mejor».
Que toda una ciudad te recuerde y nadie haya tenido nunca una mala palabra sobre ti muestra la persona en la que te has convertido. Y sobre Soler abundan los elogios. «Era una persona de 10, no se diferenciaba la manera de tratar a un desconocido que a un amigo», comenta Giménez.
Con su actitud extrovertida, Soler ha crecido junto a unos amigos que no dejaron de apoyarle. «Era un bichillo», comenta Nerea López, amiga de Adrián. La confianza que generaba ha hecho que todo el mundo que le conoció confiese la cercanía y alegría que conseguía transmitir.
Con una madurez digna de una persona que ha vivido más de una vida, Adrián consiguió normalizar la situación para disfrutar de sus últimos años con su pareja, amigos y familiares. «Ha tenido una novia italiana con la que ha sido muy feliz, ha disfrutado todo lo que ha podido», afirma su madre, orgullosa del chico en el que se convirtió su hijo.
Fueron más de tres años luchando contra su enfermedad. Para su grupo de amigos, tras la primera operación, Adrián mostró su capacidad de fortaleza y lucha; «sus ganas de vivir podían con todo, volvió a jugar al fútbol, a clase, a salir de fiesta, a vivir con normalidad», destaca Karlos.
Karlos Giménez
Amigo de Adrián Soler
Soler se lo tomaba con optimismo e intentaba llevar la situación con sentido del humor. Su refugio era el apoyo de familiares y amigos, quienes estuvieron a su lado. «Todos los que somos sus amigos estábamos muy atentos y nos hablábamos entre nosotros para saber como estaba», detaca Giménez.
De su alma sevillana también nace la admiración por su futbolista preferido, Sergio Ramos. El fútbol ha sido la pasión de Soler y el camero su ídolo, pese a su amor por el Fútbol Club Barcelona. «Si Ramos se hacía un degradado, él se lo hacía al día siguiente», afirma su madre.
Su entusiasmo por el deporte le llevó a las filas de varios clubes, como el CD Betis Florida, Kelme CF, CFI Alicante, CD Alcoyano SAD y CD El Campello. «El Campello es una familia, Miguel Giménez fue su entrenador en el Betis y también ha estado mucho con él», comenta Mati.
Y es que Adrián ha luchado por su pasión hasta el último minuto, pues se estuvo esforzando por volver al equipo tras la primera operación y ganarse de nuevo el puesto. Su madre recuerda su «bestial» fuerza de voluntad: «En el equipo le llamaban 'tres pulmones', corría en el campo lo que no está escrito».
Durante los tres años que estuvo luchando contra su enfermedad, el fútbol tampoco le dejó de lado. El apoyo de sus compañeros yendo al hospital a verle, a través de vídeos y camisetas firmadas fueron un punto de apoyo en el que Adrián sostenía su moral.
Los jugadores de las categorías inferiores también mostraron su apoyo, a través de pancartas, incluso con cartas a los Reyes Magos pidiendo la recuperación de Adrián.
La fundación del club al que seguía, el FC Barcelona, le mandó un paquete con una camiseta firmada, y objetos como un llavero y un estuche. La del Real Madrid también hizo lo propio, pese a llegar el día siguiente de su defunción.
La vida son los amigos que haces por el camino, y el fútbol brindó a Adrián de una compañía inmejorable que le apoyó hasta el final.
Y su pasión contiua vigente rememorando su recuerdo con el memorial que organiza el CD El Campello, con la colaboración del Betis Florida y CFI Alicante.
De la mano del cuerpo técnico que entrenó a Adrián, Pedro Gomis y Javier García tuvieron la idea de celebrar en su honor un torneo entre los equipos en los que Adrián disfrutó del balón (este año, debido a una apretada agenda, el CD Alcoyano SAD no podrá estar).
En este IV Memorial colaboran instituciones públicas como el Ayuntamiento de El Campello y los clubes. Cualquier persona que quiera realizar un donativo podrá acudir al Polideportivo El Vincle, donde se disputará un triangular entre los tres equipos participantes, a partir de las 18 horas, con una rifa y venta de llaveros conmemorativos. Todos los beneficios recaudados se donarán a la Asociación Española de Pancreatología.
Nerea López
Amiga de Adrián Soler
Para la familia y los amigos la conmemoración a través de este memorial anual es muy especial. Nerea López tiene presente que Adrián se hacía de querer y lo más bonito es que año tras año se siga rememorando quién es: «Nos juntamos un día en el que el fútbol, el deporte que él practicaba, y toda su gente nos unimos para recordar que le queremos y que aún sigue presente».
Karlos también le da importancia a la recaudación de fondos para la investigación de cáncer de páncreas, para que en el futuro se pueda encontrar una solución a esta enfermedad.
Fiestas, partidos, chistes, situaciones graciosas... Los seres queridos de Adrián Soler han querido recordar algunos de los momentos que marcaron su vida.
Aunque no se pueden quedar con un solo momento vivido a su lado, Karlos Giménez recuerda cuando intentaron hacerse la típica raya del pelo, «yendo un poquito perjudicados», y al despertarse vieron los «estropicios» que se habían hecho el uno al otro. «Ese mismo lunes fuimos al peluquero para que arreglase lo que habíamos hecho», explica con alegría su amigo.
Javier García
Entrenador de Adrián Soler en el CD El Campello
Mati recuerda su ilusión cuando le llamaron para hacer las pruebas con la selección valenciana. Él venía de hacerse unas pruebas, y aún así tenía todas las ganas del mundo.
Javier García, quien le entrenó en el Club Deportivo El Campello, ha querido rememorar el momento en el que, tras perder la eliminatoria del 'play-off' de ascenso a la Liga Nacional, partido que Adrián no pudo disputar tras su operación, Soler habló con un amigo de su entrenador para que le animase, al notarle afectado por el encuentro.
Javier García
Entrenador de Adrián Soler en el CD El Campello
«Tenía un corazón enorme y aún estando malito no dejó de estar cerca del partido y preocupándose por nosotros», manifiesta García. Su entrenador recuerda cómo marcó al equipo la manera en la que Soler afrontó su enfermedad, sin dejar de luchar para volver a jugar al fútbol y tener una vida normal. «Nos dejó una gran lección de vida que tenemos grabada a fuego en nuestra mente: 'nunca dejes de luchar'», expresa con nostalgia Javier García.
Una vez más, la figura de Adrián Soler muestra que no muere quien se va, solo muere quien se olvida, y en Alicante le seguiremos recordando por la gran persona que siempre ha sido.
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