José Antonio López Guerrero

Jefe de servicio del Laboratorio de Biología Molecular del IVO

«España está fuera de la vanguardia de la investigación en cáncer»

A esta realidad alude José Antonio López Guerrero, jefe de servicio del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto Valenciano de Oncología y director de la VII Encuentro de Investigadores e Investigadoras en Cáncer 'Ciutat d'Alcoi', que ha tenido lugar en Alcoi este mes de abril.

-¿En qué se centra la séptima edición de este encuentro de investigación?

Lo enfocamos a la labor que realizan los institutos de investigación sanitaria, dedicando una sesión a cada uno. Hablamos del Incliva, que gestiona la investigación biomédica del Hospital Clínico Universitario de Valencia; Isabial, el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante; Fisabio, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana; y el centro de investigación Príncipe Felipe.

El encuentro servirá de escaparate para mostrar la innovación que llevan a cabo esos centros, que están a la vanguardia de la investigación en cáncer en nuestro país.

-Los casos de cáncer siguen aumentando a pesar de los avances de la ciencia médica. ¿A qué se debe?

A pesar de que la incidencia ha subido, también lo ha hecho la esperanza de vida. Nuestra perspectiva de supervivencia a muchos tumores ha mejorado significativamente en las últimas dos décadas gracias a las nuevas estrategias de tratamiento.

A eso ayuda en gran medida la detección temprana, y es que el cáncer es más difícil de combatir cuanto más extendido está. Es pronto para decir que podemos erradicar el cáncer, pero sí que estamos cerca de hacerlo crónico.

-Llama la atención el bajo volumen de inversión en investigación comparado con el coste total de la lucha contra el cáncer.

España no está precisamente en la vanguardia de I+D+i en materia de investigación contra el cáncer. Estamos por debajo de la media de los países de la Unión Europea. Si queremos participar de manera activa en los nuevos descubrimientos sobre el cáncer, debemos revertir esa situación.

Para ello hay que explorar mecanismos con los que combinar recursos públicos y privados. Las bases de tratamiento deben ser la prevención y el diagnóstico temprano, y para ello hace falta mayor inversión.

-¿Para qué tipos de cáncer están más avanzados los tratamientos?

En los de próstata, piel o mama la supervivencia es muy alta. Para otros el pronóstico es menos favorable, como por ejemplo el de páncreas, cuya incidencia está aumentando en los últimos años. Los programas de diagnóstico precoz juegan un papel fundamental en ese sentido. La esperanza de vida al melanoma, cáncer colorrectal o de mama ha aumentado gracias a estos recursos.

-Respecto al cáncer de mama, Sanidad suspendió las segundas lecturas en las mamografías recientemente, aunque rectificó la medida un mes después. ¿Qué opinión le merece esta medida?

Cualquier decisión política que afecte a la sanidad debe estar respaldada por el asesoramiento y la evidencia científica. Cuando se actúa sin atender a estas premisas, es normal que salten las alarmas. Dar la espalda al rigor científico pone claramente en riesgo la salud de las personas.

-Otro cáncer con elevada incidencia es el colorrectal, el cual vemos que está repuntando entre la población joven. ¿A qué se debe?

Cada vez tenemos más claro que nuestro estilo de vida es un factor de riesgo en el desarrollo de diferentes tipos de cáncer. El estrés o los hábitos de alimentación malsanos pueden afectar a las defensas de nuestro sistema inmunitario.

Por ejemplo, los tumores en el tracto digestivo están asociados a hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Incluso el consumo de medicamentos puede suponer un factor de riesgo, ya que pueden alterar nuestra flora bacteriana, la cual protege nuestro sistema digestivo.

-¿Crees que a la ciudadanía le falta mayor empoderamiento en materia de salud?

Así es, aunque se están promoviendo acciones en esa dirección. Un ejemplo de ello son los programas de pronóstico precoz, que van encaminados a que los pacientes puedan realizar autoexploraciones -como la prueba de sangre oculta en heces-.

Por otro lado, también es cada vez más frecuente contar con la opinión de pacientes y asociaciones para la toma de decisiones que afecten a su salud. Nosotros hemos colaborado con una asociación de pacientes con cáncer de ovarios para desarrollar un registro de cáncer ginecológico a nivel nacional. Dimos la oportunidad a los pacientes para que compartieran sus preocupaciones, como son los efectos secundarios de los tratamientos así como la forma de prevenirlos.