La Generalitat Valenciana pedirá en su recurso ante el Tribunal Supremo la paralización inmediata del decreto ley aprobado por el Gobierno que recorta el Trasvase Tajo-Segura. El Consell entiende que «no hay justificación» para el aumento de los caudales ecológicos en el río Tajo ... sin una evaluación previa de las masas de agua, algo que está previsto para 2025. De aceptarse la petición de medidas cautelares, el decreto ley aprobado por el Consejo de Ministro quedará en suspenso y el Trasvase continuará como está hasta ahora.
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El Pleno del Consell que se celebra este viernes en Orihuela ratificará la apertura de la vía judicial ya anunciada por el Ejecutivo autonómico. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha explicado por encima la base jurídica del recurso. El Gobierno valenciano entiende que «no está garantizado» en la ya famosa disposición adicional novena del decreto ley «que se haga una evaluación de cómo funcionan las inversiones y cómo están las masas de agua» del río Tajo «para aumentar los caudales ecológicos» como ya marca el decreto aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica.
Hasta ahora, los niveles ecológicos del Tajo se sitúan en 6 metros cúbicos por segundo, que se aumentan hasta 7 y, progresivamente, hasta 7,6 en 2027. Esto supone 'de facto' la liquidación del Trasvase Tajo-Segura porque no permite que haya suficiente caudal para transferir a Alicante, Murcia y Almería.
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José Vicente Pérez Pardo
La petición de medidas cautelares, como también va a pedir la Diputación de Alicante, dejaría en vilo el nuevo plan de cuenca del Tajo, que recoge este incremento. Quedaría como vigente el anterior, con las mismas normas de explotación del Trasvase. Por lo menos, hasta que el Tribunal Supremo no emita un fallo definitivo sobre la validez del decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros.
De aceptar el Alto Tibunal estas medidas cautelares, la Generalitat aplazaría la pelea que mantienen regantes y usuarios del Trasvase para mantener viva la infraestructura. De hecho, conforme los tiempos judiciales, el nuevo plan de cuenca sería inútil, toda vez que habría que elaborar otro nuevo de cara al 2027. Políticamente, sería un alivio para la Generalitat en víspera de las elecciones autonómicas previstas para mayo.
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Puig ha resaltado que la Generalitat «nunca renunciará al Trasvase», aunque ha admitido que están abiertos al diálogo para «encontrar una solución que garantice agua para siempre», incluyendo otros recursos como la desalización, pero también la reutilización y regeneración de aguas depuradas.
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