Mazón compromete el apoyo financiero de la Generalitat al nuevo Centro de Congresos

El Salón Azul, el lugar más noble del Consistorio alicantino, ha sido el lugar elegido para un acto muy protocolario, pero también muy emotivo. Nadie, ni el alcalde ni el presidente de la Generalitat han podido evitar comentarios cruzados sobre la ocasión. «Es un orgullo que un alicantino gobierne la Generalitat Valenciana», ha expresado el alcalde, Luis Barcala. Precisamente por alicantino, Mazón se ha comprometido con su ciudad, pero «sin dejar a nadie atrás».

El jefe del Consell ha anunciado que «es el momento de compensar» Alicante después de tantos años «en stand by». Ha asegurado que las infraestructuras sanitarias y educativas pendientes van a alcanzar «velocidad de crucero» con la nueva Admnistración autonómica.

«Las reivindicaciones se han ido quedando encima de la mesa con el Botànic», se ha lamentado el primer edil alicantino. En primer lugar, las conexiones del Tranvía hacia la estación de ferrocarril, hacia el Hospital de San Juan y también hacia la zona sur, con los barrios de San Gabriel o La Florida, por ejemplo.

También en infraestructuras, Barcala le ha pedido a Mazón «dejar de parchear» la variante de Torrellano con la electrificación de la vía definitiva, sino que se eliminen las vías en esta parte del litoral de la ciudad. Aunque es competencia del Gobierno de España, ahora son dos administraciones remando en la misma dirección.

Los tres centros de salud (Garbinet, PAU II y Nueva Condomina) y los colegios de La Almadraba y El Somni. Barcala ha reconocido que los servicios sociales han ocupado buena parte de la más de una hora de reunión que han mantenido en Alcaldía el alcalde y el jefe del Consell.

«Empieza el diálogo para obtener las respuestas que antes no teníamos», ha asegurado el munícipe. Barcala les ha puesto los deberes a sus propios concejales, todos presentes en el Salón Azul, de que inicien de inmediato los contactos con la Generalitat Valenciana para mantener las primeras reuniones sectoriales «para responder a las necesidades que los alicantinos nos han pedido» en las pasadas elecciones municipales y autonómicas. «Lo siento, pero agosto va a ser un mes muy activo», les ha avisado el alcalde a sus ediles.

La Generalitat solicitará a final de verano una reunión a tres bandas para que la Administración autonómica entre en el consorcio del nuevo Centro de Congresos de Alicante, ubicado detrás de Panoramis. Una iniciativa al que ya se han presentado más de un centenar de proyectos de estudios nacionales e internacionales. La colaboración del Consell será fundamental para que el proyecto esté, por lo menos, levantado al final de la legislatura.

Esta colaboración incluirá también la financiación por parte del Consell del futuro Centro de Congresos, así como en promoción y colaboración. Mazón quiere que también participe el Gobierno de España para levantar el proyecto. Y no descarta también una fórmula de colaboración público-privada en el Consorcio del Centro de Congresos, algo parecido a lo que ya sucede con el Teatro Principal, por ejemplo.

El mayor problema que se encuentra la Generalitat es la deuda de más de 55.000 millones de euros que ha dejado el Botànic, más de 3.500 solo el último año. Con esta tesorería, las inversiones comprometidas serán muy complicadas. «La única manera de dar viabilidad es activar la economía», ha dicho Mazón, quien ha empieza a hablar de «drama» sobre la situación financiera de la Comunitat. «Solo nos presta el Tesoro español», ha asegurado el presidente de la Generalitat.

Con esta situación, tendrá que lidiar el nuevo gobierno autonómico. No obstante, en estos días de toma de posesión se abre más la esperanza que la realidad. De hecho, así lo ha querido dejar por escrito el presidente de la Generalitat: «Un nuevo camino de futuros se abre gobernando juntos el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana», es el mensaje que ha dejado Mazón en el libro de honor del Ayuntamiento y también en el Salón Azul.