
A las 9.30 del jueves 17 de agosto los termómetros marcan casi 30 grados en la playa del Postiguet. Es el momento en el que medio centenar de turistas, la mayoría franceses o italianos que han llegado de crucero al Puerto de Alicante, se apelotonan tratando de 'rascar' un poco de sombra a las carpas que la Concejalía de Turismo de Alicante ha instalado en la puerta de acceso al ascensor del Castillo de Santa Bárbara.
Publicidad
No serán los últimos. Sobre las 10.00 horas la cola ocupa la estrecha acera de la avenida Jovellanos con más de un centenar de personas que esperan, estos sí, a pleno sol. A esa hora es cuando abren las puertas de la fortaleza y por ende las del ascensor que da acceso a la sala noble y al macho del castillo. Quienes aguardan son en su mayoría parte de los 2.500 cruceristas que han desembarcado la mañana de este jueves en la ciudad.
Algunos, los primeros en llegar, sobre las 9.15, permanecen a la sombra de las carpas o esperan sentados en uno de los bancos de la zona. Otros buscan refrescarse como sea, dándose aire con gorras o abanicos o comprando botellas de agua en los alrededores.
El consistorio alicantino se comprometió este miércoles a instalar carpas para aliviar la situación. Una solución provisional que se ha implantado este jueves, mientras estudian la instalación de unos toldos definitivos, tipo vela, que Turismo e Infraestructuras están proyectando.
«En el barco nos indican que vengamos pronto al ascensor del castillo de Santa Bárbara porque se forman muchas colas y hace calor», explica un joven turista italiano en viaje familiar. Su idea es visitar la fortaleza a primera hora aprovechando que hace menos calor y después pasar el día en la playa del Postiguet. De hecho, muchos cruceristas van en bañador y cargados con las toallas.
Publicidad
Pero para acceder al monumento más visitado de la ciudad la única alternativa es el uso de los medios públicos. El ascensor y el autobús lanzadera son los más habituales. La otra opción pasa por cubrir a pie los más de 160 metros de altura que tiene la fortaleza por alguno de los caminos o la carretera, unos tres kilómetros y medio desde la terminal de cruceros. Desde 2020 el acceso en coche privado al enclave está prohibido.
Otro joven italiano explica que desde el barco ya les previenen de las colas del ascensor y de la espera al sol. Pero también les informan de otras alternativas, como el autobús lanzadera, que según estos turistas también exhibe colas bajo el sol.
Publicidad
A esa misma hora, en cambio, en la parada de la lanzadera al castillo de Santa Bárbara de la Puerta del Mar, apenas una decena de personas se disponen a subir al autobús que acaba de llegar.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.