Julia Llopis responde a los vecinos de Colonia Requena: «No somos la gestoría del señor Colominas»

Y lo ha hecho fiel a su estilo directo. Llopis ha defendido la labor de los técnicos municipales de Acción Social en la emisión de certificados de vulnerabilidad, necesarios lo mismo para pedir una beca que para una ayuda social o la entrada al Banco de Alimentos. El Ayuntamiento ha emitido el último año más de 6.000 certificados de vulnerabilidad.

La concejal asegura que son los técnicos municipales quienes elaboran esos certificados, según el protocolo que marca la ley. Y entonces empieza la tormenta: «Yo puedo pedir que los técnicos sean más rápidos, pero lo que no voy a admitir es que aprueben listados de personas porque sí», ha acusado Llopis. Al parecer, durante la pandemia, se deslizaban listados enteros de peronas para que los servicios sociales emitiesen los citados certificados de vulnerabilidad sin los correspondientes estudios e informes. Todo ello según la propia responsable de los servicios sociales municipales.

Por las mismas, Llopis también ha acusado al presidente de la Asociación de Vecinos Colonia Requena, Antonio Colomina, de intentar agilizar trámites de manera directa sin cumplir los plazos. «Me niego a que seamos una gestoría del señor Colomina», ha expresado la edil, a quien ha conminado a que «si quiere algo, que pida cita» a los servicios sociales.

La Asociación de Vecinos Colonia Requena ha solicitado que sean los técnicos del Centro Social Gastón Castelló, ubicado en la Zona Norte, el que emita estos informes de vulnerabilidad al estar más cercanos a los casos. De estos informes, asegura el presidente vecinal, dependen la distribución de productos de primera necesidad a 240 familias a través del Banco de Alimentos propio.

Pero Julia Llopis no se ha detenido ahí. Ha deslizado también que la Asociación de Vecinos «no cumple con las condiciones» para tener Banco de Alimentos, tanto de local como de logística. Por tanto, pone en duda su continuidad.

Así es la concejal de Acción Social. Más comedido fue el alcalde, Luis Barcala, quien ha terciado en la polémica también para defender a los trabajadores municipales. «El trabajo es impecable», asegura Barcala. Y ha dejado en una «cuestión técnica» la emisión de los certificados de vulnerabilidad.

Barcala ha puesto el énfasis en el incremento de los trabajadores de servicios sociales hasta los 350 actuales. También ha dejado una puerta abierta para «revisar el protocolo» si es necesario, aunque siempre lo ha dejado en manos de los técnicos.