Secciones
Servicios
Destacamos
«Esto no puede quedar así, con esto no se puede andar con chiquitas», dice Antonio Colomina, presidente de la Asociación de Vecinos de Colonia Requena. Desde hace tres años, cuando la pandemia encerró a todos en sus casas, desde esta entidad se movilizaron para ... organizar un banco de alimentos que atendiera la urgencia en la que se quedaron muchas familias vulnerables de uno de los barrios más pobres de España.
Una iniciativa que, si nada cambia, desaparecerá en unas semanas y dejará desamparadas a las 240 familias, más de mil personas, que reciben alimentos de este banco.
El conflicto surge por los certificados de vulnerabilidad, un documento que los trabajadores sociales redactan para reconocer la situación de necesidad de una familia y que sirve de base para las donaciones que el Banco de Alimentos de Alicante entrega a las asociaciones que reparten la comida entre los vecinos, como la de Colonia Requena.
Antonio Colomina
Asociación de Vecinos Colonia Requena
«Hace dos semanas nos reunimos en el centro social Gastón Castelló y nos dijeron que no iban a hacer ningún certificado más. Si eso es así yo quiero desentenderme. No me importa pagar los portes de las donaciones o la gasolina del reparto, esto lo hago por ayudar a la gente y si no puedo me retiraré, y será por dejadez del Ayuntamiento», explica Colomina.
Y es que recibir donaciones de comida también tiene costes, como el del transporte en tráilers de las donaciones en centros comerciales o la gasolina de la recogida de comida en Alicante Gastronómica y el reparto por el barrio, un coste que este dirigente vecinal cifra en más de 6.000 euros.
«Yo lo hago a gusto porque ayudo a la gente, pero el Ayuntamiento tiene que hacer su parte, porque son ellos mismos los que me mandan familias vulnerables para que les dé comida. Es tan fácil como que les tramiten el certificado de vulnerabilidad para que pueda hacerlo», exige.
Críticas que van dirigidas principalmente hacia los políticos y, en particular, hacia la concejala de Acción Social, Julia Llopis. A estas quejas se han sumado 23 asociaciones de toda la ciudad que en un comunicado se han solidarizado con las peticiones de Antonio Colomina y han exigido a Llopisque asuma sus responsabilidades y exija a la responsable del centro social la renovación de los certificados de vulnerabilidad.
«Lo que tienen que hacer es atender a la gente, no poner trabas», afirma Colomina. El histórico dirigente vecinal insiste en que está esperando que les llamen y empiecen a hacer certificados de vulnerabilidad. En caso contrario, se verá forzado a cerrar el reparto de alimentos en cuanto acaben los dos cargamentos que quedan pendientes. «En ese momento pasaré la pelota al Ayuntamiento, que vayan al despacho del alcalde y que le pidan comida allí las 240 familias», insiste Colomina.
En esa línea, el escrito de las más de 20 asociaciones reclama la actuación tanto de Llopis como del alcalde, Luis Barcala, para encontrar una solución que desbloquee la ayuda a estas personas. Además, han reiterado su apoyo al presidente de la asociación de vecinos Colonia Requena y le piden «que se mantenga firme en su puesto al frente del banco de alimentos y que reconsidere su intención».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La CHD inicia las obras para poder vaciar el embalse de El Tejo
El Norte de Castilla
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.