Zanahorias, tomate y pimientos para bajar el colesterol

Los betacarotenos son unos pigmentos que pertenecen al grupo de los carotenoides, responsables de los colores amarillos, anaranjados o rojos presentes en frutas y verduras. «Un nivel elevado de carotenos en sangre se relaciona con una menor presencia de aterosclerosis y, por lo tanto, con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares». Es la conclusión de un nuevo estudio realizado por el equipo de investigadores sobre obesidad, lípidos y diabetes de la UOC y publicado en la revista 'Clinical Nutrition'.

En el trabajo se estudiaron los casos de 200 personas de edades comprendidas entre los 50 y los 70 años. Se analizaron dos parámetros: la concentración de carotenos en sangre y, mediante una ecografía, la presencia de placas de ateroma en la arteria carótida. El ensayo permitió comprobar esa relación entre los carotenos y la menor presencia de grasa en sangre. «Podemos confirmar que una dieta rica en frutas y verduras y, por lo tanto, en carotenos disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares», destaca Gemma Chiva, del grupo que ha realizado el trabajo científico y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Además, la investigación detectó que ese efecto beneficioso de los carotenos se producía «especialmente en mujeres»,

Así, debemos reforzar las dietas con estos alimentos que ponen freno a que se acumule la grasa en las arterias. «La mejor fuente de betacaroteno son las verduras amarillas y naranjas –zanahoria, boniato y calabazas–, las frutas de esos mismos colores –albaricoque, melón, papaya, mango, nectarina, melocotón...–; los vegetales de hoja verde –espinacas, brócoli, col rizada, kale, achicoria, escarola, berros, perejil o pimentón– y algas –espirulina y chlorella–», detalla la nutricionista Marta Ros. Pero las dietas actuales que abusan de ultraprocesados y en las que escasean frutas y verduras han causado déficits nutricionales en la población. «La cantidad media estimada de betacarotenos total consumida actualmente en España y Europa está por debajo del aporte recomendado», detalla.

Una dieta en la que predominen vegetales y frutas ricas en betacarotenos contribuiría a reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿cómo se produce la relación entre grasas e infartos e ictus? «La acumulación de grasa en las arterias en forma de placas de ateroma provoca una disminución del diámetro interno del vaso y, por lo tanto, dificulta la circulación de la sangre», señala Gemma Chiva. Las placas de ateroma pueden romperse y formar trombos, que provocan infartos de miocardio cuando la sangre no llega al corazón, o ictus isquémicos, cuando donde no llega es al cerebro.

El ictus es ya la segunda causa de muerte en España –la primera en mujeres– y se ha convertido también en la principal causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia.