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Aunque las temperaturas de los últimos días son algo más bajas de lo habitual para esta época del año, los afortunados que dispongan de un pequeño balcón o una terraza en su casa ya están contando los días para disfrutar al máximo de un espacio ... que se ha convertido en un lujo cada vez más valorado. Un café después de comer, una cena con amigos o el simple placer de estar al aire libre unos minutos... ¿Quieres aprovechar al máximo este rincón de la casa? Estas son algunas de las pautas que siguen los interioristas para sacarle chispas a esta codiciada zona. Lo primero que se debe hacer es vaciar el espacio y hacer una buena limpieza. «El balcón no es un almacén, pero muchas veces se usa como un trastero en el que se acumula de todo y eso hace que se convierta en un nido de suciedad», coinciden los expertos.
El siguiente paso es una de las claves para que el balcón o la terraza funcionen. Una vez limpio y despejado de trastos, «debes preguntarte qué es lo que quieres hacer en esa zona siendo realista con el espacio del que dispones. El uso que vayas a darle –comer, tomar el sol, sentarte a leer, para descansar...– será determinante a la hora de escoger los muebles y la distribución», aconseja la interiorista Cristina Larrumbe en su libro '101 trucos para decorar' (Ed. Lunwerg). «La idea es crear espacios multifuncionales con un mobiliario versátil que nos permita adaptar la superficie que tenemos a las actividades que queremos hacer en la terraza», añaden en Ikea. Estos son algunos ejemplos.
Sigue la máxima de que quien mucho abarca, poca aprieta. «Es decir, no pretendas poner de todo si tienes pocos metros cuadrados. Escoge una única función y construye un espacio que gire en torno a ella, decorándolo con un único estilo para que resulte más estético. Por ejemplo, si decides poner un par de sillas para crear una zona de relax, todo lo que añadas tiene que ser únicamente para completar ese rincón de descanso, que debe dar sensación de amplitud y contar con zonas de paso para que resulte fácil moverse por la terraza. También es aconsejable colocar el mobiliario arrimado a la pared o a la barandilla para aprovechar el espacio al máximo», señala Cristina Larrumbe.
La distribución ideal cuando nos faltan metros cuadrados es la que nos resulte más flexible para adaptar esa zona de la casa a nuestras necesidades. «Una de las mejores soluciones es recurrir a muebles multifunción como, por ejemplo, los bancos con almacenaje. Estas piezas nos ayudan a suplir varias funciones con un mismo elemento, además de permitirnos mantener el espacio ordenado y despejado. Otra buena idea son los muebles plegables y apilables, ya que cuando no los usemos los podemos apartar sin que apenas ocupen sitio. Las sombrillas y mesas semicirculares también nos ayudan a maximizar la superficie porque nos permiten aprovechar al máximo la forma rectangular de los balcones», precisan en la multinacional sueca.
Las terrazas con más espacio no tienen ese problema y pueden destinarse a diferentes usos. «La zona de comedor y la de descanso o solarium pueden convivir, pero lo mejor es diferenciar los ambientes para crear un mayor orden visual. Se puede, por ejemplo, enfrentar los respaldos de los asientos o simplemente colocar unas alfombras en cada rincón. Los maceteros e incluso pequeños árboles frutales también pueden dar mucho juego a la hora de decorar una terraza amplia y son un buen recurso para ganar en privacidad.
Las lámparas de exterior aportan mucha calidez a estos espacios. Eso sí, hay que colocarlas en puntos estratégicos (sobre la pieza principal del balcón) para que resulten prácticas. Usa textiles fabricados expresamente para exteriores y en cuanto a los materiales del mobiliario, el plástico es el más versátil. La madera tratada también es resistente, pero necesita mantenimiento y en el caso de las piezas de fibras naturales se debe evitar el contacto directo con el sol y el agua.
En zonas con mucho sol
Una de las claves para lograr que las plantas no solo decoren los los balcones sino que además aguanten en buenas condiciones es elegir las variedades más apropiadas en función de la orientación del edificio o nuestro lugar de residencia. En el caso de las terrazas ubicadas en zonas cálidas, los expertos en jardinería recomiendan cultivar tres trepadoras clásicas si se dispone de suficiente espacio: el rosal, el jazmín y las buganvillas. «Además de unas flores muy vistosas, nos proporcionan mucha sombra», añaden en la Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana (Asfplant).
Otra especie que se ha puesto muy de moda por lo sencillo que resulta su cultivo es la dipladenia o mandevilla, de la que se comercializan hasta un centenar de variedades diferentes. Si el mirador es pequeño no se tiene por qué renunciar al cultivo de trepadoras. Basta con elegir variedades de crecimiento limitado, «muy demandadas en los últimos años e ideales para cultivar en balcón».
En las zonas soleadas también funcionan muy bien los frutales enanos, «aunque se debe tener en cuenta que el exceso de sol puede dañar los frutos». Los expertos aconsejan el kumquat (cítrico), el peral, el granado o el melocotonero, sin olvidarnos de las plantas aromáticas como el romero, la lavanda o el tomillo. Otra opción «muy interesante» son las plantas de temporada, que además permiten renovar el aspecto del balcón con frecuencia. En las zonas más cálidas, son muy recomendabes variedades como las margaritas, dimorfotecas, gazanias, kalanchoe, petunias y pensamientos.
En zonas más frías y húmedas
En las comunidades más frías y lluviosas, se debe tener muy en cuenta la propia orientación del balcón. «Si se dispone de espacio y buena iluminación se pueden cultivar con facilidad plantas trepadoras como el jazmín estrellado o la bignonia rosa, mientras que en las zonas más sombrías funciona muy bien la hortensia trepadora o las clásicas hiedras y madreselva», enumeran en Asfplant.
Los frutales enanos como el manzano o el ciruelo son otra muy buena opción para este tipo de balcones a los que no les pega tanto el sol. «Cada vez es más frecuente el cultivo de árboles de hoja perenne en maceta como un elemento decorativo más. Cuando el espacio es un factor limitante, elegir especies de poco porte o incluso enanas supone una ventaja considerable».
El hecho de que se tenga una climatología algo más fría o húmeda tampoco impide que se puedan cultivar plantas de flor. «Además petunias y pensamientos, también podemos añadir una amplia gama de variedades acidófilas, como las hortensias, azaleas, gardenias, camelias y rododendros».
En cuanto a las plantas de hoja caduca, se debe tener muy presente que su caída puede ocasionar «problemas» en las comunidades de vecinos al causar molestias a los inquilinos de pisos inferiores e incluso pueden llegar a obstruir albañales, con el consiguiente riesgo de inundaciones. Algo parecido ocurre con las trepadoras si no se controla su crecimiento.
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