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Cristina Leal
El 'doodling' y otras técnicas de estudio para exprimir el tiempo al máximo

El 'doodling' y otras técnicas de estudio para exprimir el tiempo al máximo

Olvídate de los atracones de última hora y empieza a hacer garabatos

Lunes, 26 de febrero 2024, 18:55

El nombre nos puede despistar, pero seguro que has usado esta técnica en más de una ocasión. El 'doodling' no es otra cosa que garabatear en un papel sin ninguna finalidad concreta, ni siquiera con el objetivo de hacer un dibujo perfecto o que represente ... algo concreto. Es puro entretenimiento, una manera de distraernos. Pueden ser desde los trazos que haces en una hoja cualquiera mientras hablas por teléfono a los monigotes que los estudiantes garabatean en los bordes del cuaderno durante una clase o simplemente como una manera de desconectar. ¿A que ya te suena más?

Esta técnica –que se ha hecho viral en TikTok, donde ya acumula más de 172 millones de visualizaciones– arrasa entre los adolescentes y universitarios, que recurren a este método para concentrarse y mejorar así su rendimiento académico. La idea es garabatear en un papel con un bolígrafo, mientras se estudia. En los vídeos se puede ver a los estudiantes dibujando en una hoja en blanco círculos, triángulos, símbolos o líneas infinitas mientras están delante de un portátil concentrados en aprenderse los apuntes. «Usar el 'doodling' como técnica de estudio ayuda a recordar conceptos a través del uso del flechas, cajas, dibujos o diferentes tipos de letras», explica Cristina Navarro, diseñadora de Having Fun y autora del libro 'Atrapa tu creatividad' en el que explica los beneficios de este método.

También para niños movidos

Uno de los diseños más habituales a los que suelen recurrir las personas que garabatean son los que siguen un patrón con diferentes formas geométricas. «En este caso, es necesario estar concentrado, pero esa concentración no anula otros sentidos si no que los intensifica. Por eso cuando queremos estar atentos a los que nos cuentan por teléfono, nos ponemos a hacer dibujitos en un papel. Se han hecho estudios que demuestran que la cantidad de información retenida cuando se hacen 'doodles' mientras se escucha aumenta en un 29%», argumenta Cristina Navarro.

Los expertos en técnicas de estudio explican que dibujar este tipo de diseños aleatorios hace que aumente la atención en ese otro asunto en el que se piensa mientras garabateamos, ya sea una conversación telefónica, las tablas de multiplicar o las capitales de mundo. A su juicio, este método ayuda a procesar mejor la información que se está recibiendo fijándola en el cerebro de manera permanente. Es decir, será más difícil que lo que aprendes o escuchas se te olvide si haces garabatos al mismo tiempo. «Si tu hijo es movido y los profesores suelen quejarse de su comportamiento, puedes pedirles que le dejen tener un papel y un lápiz para esos momentos en los que su energía rebose. Dibujar 'doodles' le calmará y le ayudará a escuchar», aconseja la ilustradora.

Lección dormida, lección aprendida

Mantener la atención durante mucho tiempo en una tarea concreta no es sencillo, por eso es importante conocer qué técnicas pueden ayudar a exprimir las horas de estudio al máximo. «Si tenemos en cuenta en qué momento del día rendimos más y estamos más concentrados, podemos aprovecharlo para abordar en ese momento los contenidos más complicados. Si somos matutinos, pero no nos queda más remedio que estudiar por la noche, podemos motivarnos y recompensar ese esfuerzo. Por ejemplo, pensando en lo que haremos al acabar ese tema», coinciden Carmen Noguera y José Manuel Cimadevilla, profesores de Psicología y Piscobiología la Universidad de Almería.

Lo que todos los expertos educativos recomiendan es evitar los atracones de última hora. Entonces, ¿cuál es a mejor manera de optimizar el rendimiento de cara a un examen? «La clave está en la planificación, la organización y estudiar de manera continua. También hay que considerar que las estrategias de estudio varían en función del tipo de examen. No eso mismo si es test, de redacción memorística, de resolución de problemas, oral, práctico... Y siempre mantener un equilibrio entre el estudio y el descanso. Lección, dormida, lección aprendida», resumen en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Otra de las técnicas de estudio que se han hecho muy populares es el llamado método Pomodoro. «Se trata de dividir el tiempo en bloques breves, de unos 25 minutos, en los que dedicarse a una tarea determinada de manera intensa, intercalados con pequeños descansos. Aunque se ha investigado poco, hay algunos estudios que indican que hacer paradas breves y regulares mejora la productividad y reduce la fatiga mental. Desde el punto de vista cognitivo, marcarse metas específicas y priorizar las tareas ayuda a la concentración y a un sentimiento de logro», añade Lidia Arroyo, profesora de Educación en la Universidad Internacional de Valencia.

¿Qué tipo de procastinador eres?

  • Complaciente: El trabajo se le acumula porque siempre dice que sí a todo. Empieza a decir que no.

  • Picaflor: Emprende muchos trabajos pequeños, pero no ahonda en ninguno. Hasta que no termines con uno, no empieces el siguiente.

  • Perfeccionista: Como el resultado nunca termina de convencerle del todo, acaba por abandonarlo.

  • Aprensivo: Pierde toda su energía pensando en la cantidad de trabajo que tiende por delante en lugar de hacerlo.

  • Disimulado: Hace un esfuerzo titánico en el último momento para no saltarse una fecha de entrega o aprobar un examen, pero el resultado es mediocre. Or-ga-ni-za-ción. Establece objetivos diarios y cúmplelos.

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