Rutina para cuidar la piel del cuerpo, la gran olvidada

– Los estudios de mercado confirman que cada vez dedicamos más tiempo y dinero al cuidado facial, pero apenas encontramos cinco minutos para 'atender' el resto del cuerpo. ¿Por qué?

– El ritmo frenético de vida no nos deja tiempo para cuidar la piel del cuerpo como deberíamos y nos saltamos ese paso. Se trata de una cosmética menos extendida, pero que poco a poco va tomando relevancia. Zonas como las manos, que tanto revelan los signos de la edad, el cuello o el escote van despertando el interés a la hora de elegir los productos cosméticos. Ya no es suficiente con una leche hidratante corporal, ahora queremos un producto que, además de mejorar la función barrera de la piel (protección frente a los agentes externos), tenga acción antiedad, explica la farmacéutica Gema Herrerías, referente en dermofarmacia y con una línea propia de cosmética.

Esa pereza –«y también desconocimiento»– que muchas veces hace que no le dediquemos el tiempo suficiente a partes de nuestro cuerpo como codos, rodillas, piernas, abdomen, brazos o escote se puede vencer con una «rutina sencilla, pero completa» destinada básicamente a mantener y reforzar la función barrera de la piel, el factor natural de hidratación y el equilibrio de la dermobiota, que son las bacterias que viven en nuestra piel, el órgano más grande del cuerpo. Según explica Gema Herrerías, una rutina cosmética básica consta de tres pasos y es la misma tanto para hombres como para mujeres: «Elección de un producto de higiene diario acorde con las necesidades particulares de la piel del cuerpo, el uso de un cosmético que, además de hidratar, mejore la función barrera de la piel, pero también arrugas y flacidez. También debemos proteger las zonas más expuestas al sol como, por ejemplo, las manos».

Las personas que no suelen cuidar su rutina corporal o que comienzan desde cero pueden empezar «con un solo producto que mejore la hidratación, evite la pérdida de la función barrera y le aporte un plus a la piel. Sin embargo, en rutinas más avanzadas se pueden añadir también cosméticos específicos como bálsamos multiusos para las zonas más secas. Para tratar el cuello y el escote, por ejemplo, se pueden usar los mismos productos que se utilizan para la cara o cosméticos formulados específicamente para esas zonas. Ahora bien, las pieles con xerosis, descamaciones o eritemas se deben tratar de otra manera, con rutinas adaptadas a las necesidades de cada caso», advierte la experta, coautora del libro 'Radiografía de un cosmético'.

Aunque, de momento, los termómetros marcan temperaturas más propias del verano, «lo primero que empezaremos a notar en la piel en cuanto baje el mercurio es mucha sequedad y escozor, sobre todo en brazos y piernas. El mantra que debe seguirse es hidratar, hidratar e hidratar. La hidratación es al invierno lo que la crema solar al verano», resume la dermatóloga Ana Molina. Un truco: si aplicamos frío cuando nos pica la piel, el picor cesará. Y si ese frío que aplicamos es una crema hidratante espesa y fresquita haremos magia de la buena», añade la especialista.