Borrar
No cometas este error antes de las grandes comidas navideñas

No cometas este error antes de las grandes comidas navideñas

Intentar compensar los atracones con ayunos no funciona: solo favorece que comas más de la cuenta, no ahorra calorías y es malo para la salud

Domingo, 10 de diciembre 2023

Es un clásico de estas fechas navideñas: no desayunamos ni comemos para compensar los excesos de una cena. Aunque parezca buena idea para ahorrar calorías, es un error. Si nos apuntamos a este hábito no vamos a evitar acabar las fiestas con varios kilos de más por mucha hambre que pasemos en las horas previas a las comilonas. Nuestro cuerpo es muy traicionero a la hora de acumular grasas. Los nutricionistas nos dan trucos mucho más útiles.

No llegar con el estómago vacío, nos daremos un atracón

«No sirve compensar», sentencia Pablo Zumaquero, nutricionista y titulado en Ciencia y Tecnología de los alimentos. «Si solo te tomas un té verde hasta la comida. Luego comes un filete de pollo y un tomate y meriendas un café vas a llegar a la cena con un hambre voraz, como un toro 'Miura' y te vas a pegar un atracón», advierte. Peor aún si ayunamos. Si nos saltamos las comidas y aterrizamos en la mesa con el estómago vacíonos lanzaremos, sin duda, a los platos menos saludables, que suelen ser los más 'apetecibles'.

Tampoco hay que restringir alimentos o hacer una dieta días antes de empezar las fiestas porque alentaremos de igual modo las comilonas sin control. Ni siquiera es un truco que funcione si el ayuno lo hacemos 'a posteriori'. «Después de comidas copiosas, como la cena de Nochebuena, no debemos ayunar. No es bueno saltarse las comidas que le siguen. Mejor es preparar menús más ligeros en los que abunden las verduras y ensaladas durante estas jornadas previas o después de celebraciones», advierte la nutricionista y profesora de la UOC Alicia Aguilera. Acompañar estos platos 'verdes' con huevos duros o pescado a la plancha es una buena opción.

Y ¡ojo! la combinación ayuno-comilona ni es efectiva ni buena para la salud. «Las comidas copiosas, no deben compensarse con ayuno, pues esta práctica puede afectar a la salud y agravar patologías previas», indica Lourdes de la Bastida, nutricionista de Quirónsalud. Los atracones suponen «un desequilibrio metabólico, que puede causar hiperglucemia y afectar especialmente a personas con diabetes, hipertensión o enfermedad renal», precisa.

Hacer ejercicio

No se trata de hacer deporte con una intención de quemar calorías que hemos ingerido de más. Hacer ejercicio antes de una comilona reduce el hambre y, a la vez, aumenta el metabolismo, así que lo que tomes después lo quemarás más rápido y lo asimilarás mejor. «Un entrenamiento de fuerza o de resistencia antes de la comida o cena de celebración permite que canalices el exceso de nutrientes que te vas a meter hacia el músculo y no al michelín», resume Zumaquero.

Tomar un aperitivo saludable

Una hora antes de sentarnos a la mesa para una de estas celebraciones toma un aperitivo saludable. Entre los más recomendables: un par de piezas de fruta o un puñado de frutos secos, que nos reducirán la sensación de hambre. «También es muy efectivo comer un tentempié que contenga fibra y proteína porque ayuda a saciarse antes durante la comida y tu cuerpo absorberá y procesará mejor el exceso de azúcar e hidratos. Una buena opción es una pechuga con pan integral», apunta la nutricionista.

Beber agua

Es un consejo en el que coinciden los expertos: beber al menos un gran vaso de agua antes de sentarnos a la mesa, no solo para llenar el estómago, sino también para estar bien hidratado. En muchas ocasiones confundimos las señales que nos manda el cuerpo, y creemos estar hambrientos cuando en realidad lo que tenemos es sed. Y un consejo saludable: evitar el alcohol, además de por sus daños para el organismo, porque nos hace menos conscientes de lo que comemos.

Comer despacio y saltarnos algún plato

Una vez en la mesa, es fundamental comer despacio, dar tiempo a sentir la sensación de estar saciados, que tarda cerca de 20 minutos desde que ingerimos el alimento. «Podemos saltarnos alguno de los componentes de la mesa de Navidad (no tomar entrantes o alguno de los platos)», explica el autor del libro 'El lunes ya empiezo la dieta'. Los aperitivos grasos, patés, quesos o embutidos, se pueden sustituir por otros menos calóricos, como espárragos, alcachofas o marisco hervido o a la plancha.

El riesgo de los días intermedios

Los especialistas coinciden en que es mucho más importante lo que se come durante las jornadas que no se celebra nada en la etapa navideña, que en los días de fiesta. Al final, lo que deberían ser cuatro o cinco celebraciones puntuales, se convierten en muchas más. Comes más fuera, aprovechas sobras de Nochebuena o Nochevieja y abusas de dulces y extras que hay por casa. Y los excesos se multiplican. «Si los días no festivos comiéramos igual que lo hacemos habitualmente, si llevamos una dieta saludable claro, o un poquito más frugal pero sin 'detox' ni ayunos, no supondría un problema», apunta Pablo Zumaquero.

No aplazar a enero

Pensar: en enero empiezo a comer saludable, «viene a ser lo mismo que coger entre 3 y 4 kilos en Navidad. Damos rienda suelta a comer sin control, al monstruo de las galletas que llevamos dentro», añade el experto en tecnología de los alimentos. «Si una persona sigue alimentándose de forma saludable y comete algún exceso durante los cuatro o cinco días de comidas y cenas, es raro que gane más de 0,5 kilos. Pero el que tira la toalla y se 'deja' durante el mes de diciembre esos kilos de más se multiplican», completa Zumaquero.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

todoalicante No cometas este error antes de las grandes comidas navideñas