Borrar
ADOBESTOCK
La regla de los tres metros para ser más felices en el trabajo

La regla de los tres metros para ser más felices en el trabajo

Hace de los daneses unos de los empleados más satisfechos del mundo: tanto que el 58% de ellos no dejarían de trabajar aunque les tocase una lotería millonaria

Lunes, 9 de septiembre 2024

Si nos hemos incorporado hace poco a nuestra rutina laboral y estamos aún con eso que llamamos depresión posvacacional, igual las fórmulas para ser feliz en el trabajo del director del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, Meik Viking, nos despiertan más bien instintos asesinos o risas amargas.

¿Feliz en el trabajo? ¿Nos toman el pelo estos nórdicos con esos enfoques del buen rollo? ¿Tan distintos somos los mediterráneos, que normalmente vamos al trabajo a regañadientes (o eso hacemos ver, porque a veces es más pose que otra cosa)?Si es que los daneses –también suecos, noruegos y finlandeses– hasta tienen una palabra, 'arbejdsglaede' (una mezcla entre 'arbejde', trabajo, y 'glaede' alegría), que significa que te sientes feliz yendo al trabajo... y una derivada, 'arbejdslyst', que alude al deseo de fichar. Incluso se desean unos a otros 'God Arbejdslyst!', es decir, 'que disfrutes con el trabajo'..., algo que por nuestras latitudes parece más un sarcasmo o una puñalada trapera.

Si dejamos el cinismo al margen, lo cierto es que todos entendemos que la felicidad en el trabajo puede existir, sí, y no solo eso, hay que buscarla siempre, porque es importante. Y no para la empresa, que también, sino para nosotros mismos, ya que, para que nuestro cómputo global de felicidad vital sea alto, estar contento en nuestro universo laboral es clave, seguraViking en su último libro, 'Hygge Work. Cómo encontrar la felicidad en el trabajo y en la vida cotidiana' (Libros Cúpula). En él ofrece las 'recetas' nórdicas para hallar esa alegría en esta esfera de nuestra vida. Y están avaladas por el alto índice de satisfacción laboral de los daneses, que, según el Eurostat, la oficina europea de estadística, ostentan uno de los niveles de felicidad laboral más altos del mundo: dos de cada tres afirman tener una satisfacción alta y el 58% asegura que seguiría trabajando aunque no necesitase hacerlo por razones económicas (incluso, por ejemplo, si les tocara en la lotería una obscena cantidad de dinero). O sea, que algo sí que saben de cómo llevar bien el trabajo y de trucos para lograrlo. Y uno de ellos es la regla de los tres metros.

Comprobado

Aparentemente, es algo tontuna, de una simplicidad que nos hace mostrarnos escépticos, pero afirman que funciona. Consiste en que cada empleado se haga responsable de todo lo que pasa en un radio de tres metros a la redonda. De todo. Si hay algún compañero a esa distancia que precisa ayuda, se ayuda.Si hay que coger algún teléfono aunque no sea el tuyo, se coge. Si vemos a algún visitante, becario o cliente con cara de despiste y que está en nuestro radio de acción, le atendemos o al menos le orientamos, sea o no nuestra responsabilidad.

Y aquí reside quizá el secreto de este 'tip'. Un mal muy extendido en los ámbitos laborales es que los empleados hacen 'lo suyo' y se limitan a ello (en el mejor de los casos). Y lo que ocurre cuando alguien se autolimita es que termina, a menudo, sin cubrir siquiera su 'cuota'. Y todos sabemos lo que eso significa: que otro tendrá que hacerlo. Esto genera malestar en quienes cargan con los 'marrones' y tampoco es bueno para los 'marroneadores', porque una parte enorme de la felicidad laboral es la autonomía de quien sabe que, al menos en tres metros, es decir, en un pequeño ámbito, puede tomar decisiones, ejercer cierto control y marcar la diferencia. En definitiva, sentirse útil.

Feliciómetro

  • 62% es el porcentaje de la población mundial que se siente desmotivada en el trabajo y que se ha abonado a la 'renuncia discreta' (es decir, hacer lo mínimo)

  • Lo que más felicidad nos da... En primer lugar, hacer el amor o la intimidad (14 puntos) y por detrás ir a espectáculos (9), hacer deporte (8), socializar (6), pasear (6) y beber alcohol (5), según el Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague ha estudiado el impacto de deferentes actividades en los niveles de felicidad.

  • ... y lo que más nos la quita Estar enfermo (-20), trabajar o estudiar (-5), Cuidar o ayudar a otros adultos (-4), esperar y hacer cola (-3), administrar finanzas y organizar (2).

Este sistema ha sido puesto a prueba con éxito. Según explica Meik, los jardines Tívoli, en Copenhague, son fieles a esta regla. En este lugar, una especie de parque de atracciones, trabajan unas 3.700 personas «y cada uno es jefe de lo que se encuentre a su alrededor en un radio de tres metros». Es decir, no dejan cosas para que las haga otro. En español castizo: no se escaquean. «Y esta regla deben seguirla todos. Independientemente de si son el vicepresidente del parque o un camarero. Así pues, cada empleado debe actuar como anfitrión del parque, solucionar los problemas de los visitantes, mantener su zona limpia y comportarse como un buen compañero». Eso sí, la forma de cumplir con estas obligaciones depende enteramente de cada uno. ¿Por qué funciona este método? «Porque transmite empoderamiento, responsabilidad e independencia», sostiene Meik. Y eso nos hace más felices que escaquearnos, sentirnos vigilados y fiscalizados por un superior y notar que no tenemos ningún margen de maniobra en lo que hacemos.

Es mejor que los jefes vigilen menos... Para ellos también

Hay quien dice que es infeliz en el trabajo pero que tiene una vida plena. Se puede lograr, pero es difícil. Lo que sí está claro es que, al aumentar nuestra satisfacción laboral, crece la vital. Los estudios del instituto que dirige Meik han desvelado que, cuando la felicidad laboral crece un punto, nuestra felicidad general aumenta 0,5. ¿Qué hacer para lograrlo? Nosotros podemos mirar nuestro cometido con otros ojos y los jefes, no vigilar tanto a sus subordinados: así pueden lograr que un par de holgazanes trabajen más, pero al resto los desmotivan.Según la Harvard Business Review, cuando una compañía decide confiar en sus empleados, su productividad y la calidad de sus tareas aumentan.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

todoalicante La regla de los tres metros para ser más felices en el trabajo