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Yeyei Gómez
Trucos para hacer una mudanza sin perder la cabeza

Trucos para hacer una mudanza sin perder la cabeza

Cada vez nos cambiamos más veces de casa a lo largo de nuestra vida, así que no está de más seguir los consejos de los expertos para que trasladarnos de vivienda sea lo más llevadero y económico posible

Domingo, 22 de septiembre 2024, 00:01

La ropa, los zapatos, los libros, la televisión, el ordenador, la mesa de estudio, las sillas, el sofá, la cubertería, los cuadros, las piezas de decoración, alfombras, cojines, más sillas, la librería, la cama, toda la documentación, la tostadora, los vasos, las copas, toallas, nórdicos, almohadas, bicicletas, lámparas, mesitas auxiliares, zapateros, cestas... Ya nos hemos cansado y no hemos embalado ni la mitad de las cosas que se acumulan en una casa. Por más ilusión y ganas que le pongamos, hacer una mudanza no es un camino de rosas. De hecho, está considerada como una de la situaciones que mayor estrés nos producen solo superada por la pérdida de un ser querido o un despido laboral. Pese a todo, cada vez nos mudamos más. Hace décadas esto de cambiar de casa era una excepcionalidad. Pensemos en la cantidad de años que han vivido nuestros abuelos o incluso nuestros padres en la misma vivienda. Toda una vida, prácticamente. Ahora, sin embargo, la tendencia es la contraria.

Según un estudio realizado por la empresa Porter Delivery, especializada en traslados, los jóvenes que ahora tienen entre 15 y 25 años se mudarán una media de entre diez y doce veces a lo largo de su vida adulta, justo el doble que los millennials. La dificultad para acceder a una vivienda y la inestabilidad laboral, con continuos cambios de trabajo y de lugar de residencia, están detrás de las razones que empujan a los miembros de la Generación Z a moverse continuamente en busca de nuevas oportunidades tanto laborales como de estudio, una flexibilidad que muchas veces lleva aparejada un cambio de casa. Seas de la Generación Z, millennial o boomer, una mudanza puede convertirse en la peor de las experiencias si no se prepara con tiempo y criterio. Expertos en traslados explican cómo organizar un cambio de casa sin perder los papeles... ni la cabeza.

Premudanza, antes de recoger tira sin piedad

Una mudanza empieza «semanas o incluso meses antes de la fecha oficial de la entrada en la nueva casa», coinciden los organizadores profesionales. Porque antes de recoger y embalar, tenemos mucho que tirar. «Un traslado es una buena oportunidad para deshacernos de todos aquellos muebles, ropa, juguetes, piezas decorativas o utensilios que nunca nos han gustado o que se encuentran en mal estado, pero que guardamos no sabemos muy bien por qué», propone la organizadora Esther Torras.

El precio medio de una mudanza de un piso de 100 metros cuadrados dentro de la misma ciudad es de 1.250 euros

Alicia Iglesias, responsable de la marca Orden y limpieza en casa, lo llama hacer un 'sin piedad'. Podemos empezar por la cocina y continuar después por el baño, salón, dormitorios... La idea es hacerlo en diferentes días para no agobiarnos. «No se trata solo de ganar espacio en la nueva casa sino también de ahorrar esfuerzo y dinero. Las empresas de mudanza cobran por volumen, así que cuantas menos cajas tengamos que trasladar, más barato y rápido será el servicio», aconsejan en el portal Idealista.

¿Contrato el servicio o lo hago yo mismo con una furgoneta?

Si el traslado es de una sola habitación o unos pocos bultos, puede que sea suficiente con alquilar una furgoneta o pedírsela prestada a un amigo. «Ahora bien, si tenemos muchas cosas que transportar y no estamos acostumbrados a mover, montar y desmontar muebles o manejarnos con piezas delicadas como un televisor o cuadros de grandes dimensiones, hacer nosotros mismos el traslado puede pasarnos factura. En este punto es muy importante valorar si el dinero que nos ahorramos (calcula entre 500 y 2.000 euros en función del volumen), compensa el tiempo y esfuerzo invertido en la mudanza».

¿Cuántas cajas necesito? ¿10, 15, 30...?Calcula más bien 150

Una vez decidido si contratamos el servicio con una empresa especializada o nos lanzamos a la aventura nosotros mismos, toca hacer un inventario de todas las cosas que vamos a trasladar para calcular el número de cajas que necesitaremos. Algunas empresas también ofrecen el servicio de embalaje, pero no suele ser barato. Ten en cuenta que para una mudanza de un piso completo de tres habitaciones y dos baños suelen llenarse unas 150 cajas de diferentes tamaños.

Empieza por guardar lo básico y pásale un trapo antes de empaquetar

«Lo primero que se debe hacer es empaquetar los artículos básicos, los que usamos a diario para tenerlos bien localizados y así poder usarlos desde el primer día: cubiertos, sartenes, utensilios de baño, ropa de cama, toallas...», aconsejan los profesionales. Pero cada cosa en su caja. No mezcles sábanas con camisetas ni cepillos de dientes con vasos y platos. No importa que quede un hueco libre. No rellenes las cajas con objetos de otras categorías: deben ser temáticas e ir bien rotuladas para facilitar la recolocación de las cosas en la nueva casa según nuestro orden de prioridad. Por ejemplo: cubiertos y utensilios de cocina; ropa de cama de los niños; accesorios baño principal: cables y cargadores de la televisión y la consola... Lo más eficaz es hacer este trabajo de embalaje e identificación de la cajas habitación por habitación.

También es importante separar los objetos más frágiles del resto e indicarlo en el exterior con una marca especial. Otro truco que nos facilitará la puesta a punto de la nueva casa es limpiar las cosas antes de empaquetarlas.

Separa lo importante: joyas, documentos... y llévalos tú

Aunque contratemos una empresa de mudanzas, los organizadores profesionales aconsejan transportar personalmente algunos bultos como los documentos importantes (pasaportes, contratos, fichas médicas...) además de objetos de valor como pueden ser joyas, relojes o incluso medicamentos que necesitemos. En la OCUtambién recomiendan realizar una copia de seguridad de los ordenadores.

La ropa ¿en maletas o mejor en perchas?

En este caso, la respuesta varía no solo en función de la cantidad de ropa que necesitemos trasladar sino también de la distancia entre las casas y, como siempre, del presupuesto que manejemos. Si no es mucha cantidad y la otra vivienda está cerca, se puede meter la ropa en maletas y llevarlas nosotros mismos como si nos fuésemos al aeropuerto. Con un par de maletas y dos viajes, lo tendríamos resuelto. Si es la ropa de varias personas, una opción muy socorrida es comprar un armario portátil, una caja de cartón con una barra para colgar las prendas y una apertura lateral. Tiene la ventaja de que se puede reutilizar para colocar en un trastero. Dos armarios de este tipo cuestan unos 40 euros.

Una vez en la nueva casa...

Empieza a colocar por la cocina, que es el espacio con más trastos y que más bola se nos puede hacer. Sigue por las cajas que guardan los objetos que necesitamos en nuestro día a día y después lo accesorio. También resulta muy práctico que la nueva casa se encuentre en perfecto orden de revista para facilitarnos la tarea. Una empresa profesional tarda resuelve el traslado en unas cuatro o cinco horas, si lo hacemos nosotros mismos podemos demorarnos varios días.

¿Cuánto cuesta trasladarse de piso?

La mudanza es un paso inevitable cuando compramos o alquilamos una nueva vivienda. Más grande o más pequeña, pero hay que hacerla. Evidentemente no tiene nada que ver –ni en precio ni en logística– trasladar un par de maletas de ropa y cinco cajas que empaquetar una casa entera con muebles incluidos. Aún así, en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconsejan pedir siempre tres presupuestos como mínimo a otras tantas empresas de mudanzas, «aunque es verdad que no todo es el precio», advierten.

El objetivo de un traslado es que sea lo más sencillo posible, con un coste ajustado y la garantía de que los bienes transportados no sufrirán daños. Por eso cuando los portes son de un volumen considerable, los expertos recomiendan contratar un servicio que incluya el permiso municipal–en Barcelona es de 44 euros, por ejemplo–, un seguro de mercancías y otro de responsabilidad civil. «También es interesante comprobar si el presupuesto facilitado por la empresa contempla partidas como el embalaje de las piezas, el montaje y desmontaje de lámparas, muebles... El precio final puede variar mucho en función de este tipo de suplementos», señalan en la OCU, que acaban de actualizar los datos sobre cuánto cuesta mudarse en Barcelona, Madrid y Valencia.

La organización solicitó varios presupuestos para una mudanza de una vivienda de tres dormitorios (100 metros cuadrados) a otra casa dentro de la misma ciudad. La tarifa facilitada por las empresas incluye el embalaje, el contenido de los armarios, el de la cocina –con lavadora y nevera– y el de los baños, además de una mesa grande de salón, seis sillas, dos televisores, cuadros, un espejo, una mesa de trabajo, una mesilla auxiliar, la cama de matrimonio y otras dos infantiles. En total, 55 cajas grandes, 100 pequeñas y 9 armarios percheros. El traslado se realiza en un único día con cinco trabajadores y en un camión con un volumen de 45 metros cúbicos.

Pues bien, con estos requisitos, el precio medio de una mudanza en estas tres ciudades es de 1.250 euros, con una horquilla que abarca desde los 825 euros del presupuesto más bajo en Valencia a los 2.240 pedidos por una empresa de Barcelona, que es la capital donde más cuesta mudarse de las tres, con un precio medio de 1.620 euros, frente a los 1.137 de Valencia y los 1.005 de Madrid.

Alguna empresas consultadas, ofrecían la posibilidad de que fuesen los propios clientes los que embalasen la mercancía en cajas, «con ahorros de entre 200 y hasta 1.000 euros».

Con guardamuebles. Otra variable que puede hacer variar el precio del traslado es si la mudanza se hace en diferido. Es decir, si la mercancía se tiene que depositar en un guardamuebles durante un tiempo determinado, lo que se traduce en un doble traslado. De la primera casa al guardamuebles y del guardamuebles a la vivienda definitiva. «El coste del almacén no suele ser caro (190 euros como máximo), mientras que en el caso del segundo traslado, hay empresas que lo cobran íntegro y otras hacen una rebaja del 50%», precisan en la OCU. El precio medio de una mudanza en diferido con un mes de guardamueble es de 1.987 euros, siendo Madrid la ciudad más cara, con una tarifa media de 2.235 y Valencia la más barata (1.700 euros).

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