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Aunque, de momento, las temperaturas todavía son agradables en la mayor parte del país, el frío llega de un día para y tenemos que tener la casa preparada para que la bajada de los termómetros no nos pille desprevenidos. «Poner a punto el sistema de calefacción y acondicionar nuestra vivienda de cara al invierno nos ayuda a ahorrar energía y... dinero, mucho dinero», advierten los técnicos de la Organización de Consumidores y Usiarios (OCU), que han elaborado una pequeña guía para poder «combatir el frío en casa sin arruinarnos».
Detalles tan sencillos –y económicos– como colocar unos cuadros en la pared, poner reflectores en la parte de atrás de los radiadores o ajustar la temperatura de la caldera a las necesidades de cada familia permite ahorrar cientos de euros al año en calefacción, un desembolso que supone la mitad de los gastos energéticos de una vivienda. Estos son los consejos de los expertos en climatización para mantener la casa los más confortable posible durante los meses más fríos del año sin que te pase factura.
Antes de nada, comprueba que los radiadores funcionan correctamente. «Abre todas las llaves de paso y haz una prueba para comprobar que el agua circula sin problemas. Si no es así, purga los calefactores».
Cómo purgarlos
Cierra la llave de paso del agua al radiador: conviene empezar siempre por el que esté más cercano a la caldera, así seguiremos el sentido del flujo del agua dentro del sistema de calefacción.
Gira la válvula de purgado que se encuentra en la parte superior, con la ayuda de una llave inglesa o un destornillador y mantenla abierta hasta que comience a salir el agua de forma constante. Coloca un pequeño recipiente bajo la válvula para recoger el agua y repite este proceso en todos los radiadores.
Revisa la presión de la caldera: Generalmente debe estar entre 1 y 1,5 bares, la zona verde del manómetro.
Lo primero que se debe hacer es comprobar la presión en frío. Si el manómetro marca por debajo de 0,5 bares, lo más probable es que no funcione. «Si la caldera también sirve para calentar el agua sanitaria, cámbiala a 'modo invierno' o 'calefacción+ACS'. Suele venir indicado con un símbolo de un radiador para la calefacción y un grifo para el agua caliente», precisan los técnicos. Ajustar la temperatura de trabajo de la caldera también ayuda a ahorrar. «Si es de condensación, se aconseja ponerla entre 55 y 60 grados, mientras que si se trata de un aparato mixto (calefacción y agua caliente), la temperatura dependerá de si es un sistema instantáneo (entre 40 y 50 grados) o con un acumulador incorporado (entre 55 y 60).
Sube la temperatura con el termostato y comprueba si la caldera arranca y se apaga al bajarla. En el caso de los digitales, a veces no funcionan por una cuestión tan tonta como no tener pilas.
«Un gesto tan sencillo como poner la temperatura de la casa a 21 grados puede hacerte ahorrar hasta un 20% del consumo. Es mejor abrigarse un poco que ir por la casa en manga corta como si fuese verano», aconsejan los expertos. Y por la noche, bájala hasta los 16 grados. «Consume un 13% menos de energía que mantenerla encendida a 20 grados».
Instálalas para regular la temperatura de cada radiador según tu gusto y tus necesidades. Funcionan automáticamente.
Es una medida muy obvia, pero muchas veces se nos olvida. Cierra tanto los calefactores como las puertas y ventanas de las habitaciones que no usas o utilizas muy poco como, por ejemplo, cuartos de almacenaje, de invitados...
Los radiadores no son secadoras, aunque se usen por ese fin en múltiples ocasiones. Taparlos con ropa húmeda o colocar elementos decorativos sobre ellos «conlleva que la calefacción tenga que hacer un mayor esfuerzo energético (traducción: más dinero) para alcanzar la temperatura que has programado en el termostato».
«Poner uno de estos paneles entre el radiador y la pared te ayudará a aprovechar y distribuir mucho mejor el calor. De hecho, se calcula que este sistema recupera entre el 10 y el 20% del calor que se pierde hacia el muro». Estos paneles son muy fáciles de colocar y se venden en ferreterías, tiendas especializadas o en grandes superficies, tanto en tienda física como online. El precio oscila entre los 20 y los 30 euros por cinco metros.
¿Sabías que la temperatura de una pared en la que hay un cuadro colgado o una estantería puede llegar a ser hasta un grado y medio más alta que la de una pared desnuda? Esto se debe a que poner unas baldas, unos cuadros o cualquier otro elemento decorativo mejora el aislamiento de la vivienda, por lo que también ayuda a mantener e incluso aumentar el nivel de confort de esa habitación. Utilizar alfombras y cortinas oscuras para que absorban la radiación solar también contribuye a subir la temperatura.
Si no tienes presupuesto suficiente para cambiar ventanas y puertas, recurre a soluciones como la instalación de los clásicos burletes, que impiden tanto la entrada de aire frío del exterior como la salida de calor.
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