A prisión por robar con la técnica del mataleón a una mujer de 59 años en Alcoi

Cuando la víctima, una mujer de 59 años, recobró el conocimiento avisó a las autoridades. De inmediato, una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional se personó en el establecimiento donde habían sucedido los hechos y entrevistó a la perjudicada, que tuvo que ser asistida facultativamente e ingresada en el hospital debido a una insuficiencia cardíaca aguda derivada por la agresión sufrida.

Los agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Alcoi iniciaron la investigación. Su primera gestión fue localizar las posibles cámaras de seguridad de los establecimientos cercanos que pudieran haber recogido la huida del autor.

Una vez analizadas todas las indagaciones y basándose en las descripción física aportada por la víctima, los agentes consiguieron seleccionar de sus bases de datos policiales a una serie de individuos, delincuentes habituales, que una vez mostrados a la víctima, reconoció sin ningún género de dudas a uno de ellos como su verdugo.

Según sus manifestaciones, el presunto autor acudió días antes a dicho establecimiento junto con una mujer a pedir información sobre unas pinturas, por lo que los agentes dedujeron que la primera vez, ambas personas acudieron al establecimiento para hacer una inspección previa del lugar para planificar el robo, o bien en ese momento iban a cometerlo pero al entrar un cliente decidieron marcharse del lugar y posponer el robo.

El supuesto responsable, identificado por la víctima y que a su vez coincidía plenamente con las características físicas aportadas, fue localizado y detenido por un presunto delito de robo con violencia. El apresado es un viejo conocido de la Policía y la Guardia Civil que cuenta con multitud de antecedentes por hechos similares. El juez decretó el ingreso en prisión para el detenido.

La técnica de arte marcial denominada 'mataleón', empleada por el detenido para la perpetración del robo, consiste en bloquear a la persona por la espalda y por el cuello hasta que ésta pierda la consciencia al producir en la arteria carótida, mediante la presión ejercida, una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, reduciendo de esta manera el suministro de oxígeno.

Esta técnica es sumamente peligrosa, pues la falta de riego sanguíneo prolongada en el cerebro, junto con la ansiedad de la víctima por la situación, puede llegar a causar graves lesiones e incluso la muerte a la víctima.