Un padre y un hijo robaban en los coches mientras la madre pedía limosina en el 'super'

Los investigadores del Equipo Roca de la Compañía de la Guardia Civil de Calpe iniciaron las investigaciones en marzo tras tener conocimiento de diversas sustracciones de piezas en vehículos estacionados de la comarca de la Marina Alta.

Los autores se dedicaban a la sustracción de los catalizadores de los vehículos, una pieza que reduce la contaminación generada por el motor al expulsar los gases de combustión al exterior. Esta pieza tiene un alto valor debido a los materiales con los que está fabricada, lo cual provocaba que varios de los vehículos afectados por el robo de esta pieza quedaran inutilizados, ya que los dueños no podían afrontar el coste de la reparación.

Los agentes averiguaron que un padre y su hijo, de 23 y 46 años, ambos de nacionalidad rumana y residente en Calpe, eran los responsables de los robos de las piezas en los estacionamientos públicos de diversas localidades de las provincias de Alicante y Valencia.

El 'modus operandi' de los autores consistía en trasladarse junto a la mujer y madre de estos, que dejaban en un supermercado para pedir limosna y no llamar la atención. Tras esto comenzaban a merodear por los diferentes aparcamientos públicos de las localidades elegidas para fijar su objetivo. Una vez seleccionado el vehículo, el padre realizaba labores de vigilancia mientras el hijo, en una rápida maniobra, bajaba del automóvil y, utilizando herramientas, cortaba la pieza para luego huir rápidamente del lugar.

Los investigadores consiguieron localizar y recuperar las piezas robadas. Los autores las escondían en un vehículo que se encontraba estacionado en un garaje subterráneo de Teulada, donde se encontraron 24 catalizadores.

A finales de mayo se procedió a la detención de los dos autores materiales y de otro individuo más, un hombre de rumano de 38 años de edad, que brindaba apoyo logístico para guardar, custodiar y vender los catalizadores. También se le imputó un delito de receptación a una cuarta persona, un hombre rumano de 31 años de edad, que convivía con los delincuentes.

Finalmente, el 23 de junio, se imputó el delito de receptación a otros dos hombres implicados en la compra de los catalizadores, ambos de nacionalidad colombiana y de 39 y 31 años de edad respectivamente. Estos eran el administrador y un trabajador de una empresa dedicada a la compraventa de chatarra de Madrid.

Los detenidos junto con las pruebas recabadas, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 1 de Dénia, que ha decretado libertad con la imposición de medidas cautelares.

Los 24 catalizadores recuperados han sido devueltos a sus legítimos propietarios