Ladrones de casas en horario laboral

En una primera fase de la operación, los agentes analizaron toda la información obtenida en los barrios afectados por estos robos y definieron el 'modus operandi'. Se trataba de dos delincuentes que, de forma organizada, se repartían las funciones. Así, mientras uno vigilaba, el otro, mediante el método de la palanca o del resbalón, accedía al interior de las viviendas.

Una vez dentro, y en escasos minutos, sustraían joyas, dinero en efectivo y material tecnológico y electrónico. Antes, por medio del telefonillo o portero automático, se aseguraban de que no había nadie en el interior de las viviendas. El horario preferido para cometer los robos era entre semana y durante la jornada laboral, ya que de esta forma se aseguraban que no se encontraban los moradores. Todo el material sustraído acababa en el comercio ilícito o mercado negro.

Según avanzaban las investigaciones, y gracias al canal de información que posee la Guardia Civil con la ciudadanía, se pudo identificar a los presuntos autores de los robos. Se trataba de dos varones, de 22 y 24 años, ambos con antecedentes policiales por delitos contra las personas y el patrimonio.

Ante la dificultad de localizar a los sospechosos, ya que ninguno de ellos tenía un domicilio conocido, se intensificaron las vigilancias en los lugares y horarios en los que se habían cometido los robos. Así, el 28 de diciembre, fueron identificados cuando abandonaban un edificio donde habían forzado una vivienda.

Inmediatamente, tras abandonar el edificio, los autores se dirigieron a un descampado próximo, donde tenían escondida una bolsa con diversas herramientas en su interior que supuestamente utilizaban para cometer los robos.

En el momento de la detención, los delincuentes opusieron resistencia y ocasionaron lesiones leves a uno de los agentes, además de daños personales. Una vez detenidos, les fueron imputados tres delitos de robo con fuerza y otro delito de resistencia y desobediencia grave a los agentes de la autoridad.

Los arrestados, junto con las herramientas incautadas, han sido puestos a disposición del Juzgado de Guardia e Instrucción de San Vicente del Raspeig, que ha decretado su puesta en libertad con cargos con la imposición de medidas cautelares a la espera de la celebración del juicio.