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IRENE QUIRANTE
Viernes, 20 de enero 2023, 13:14
Todo estaba preparado para el envío a Francia. El hachís había sido metódicamente camuflado en falsos tomates y la mercancía ya se encontraba dispuesta en palés. Pero los narcos, a pesar del ingenio que le echaron al asunto, llevaban tiempo en el radar de la ... Policía Nacional y la Guardia Civil, que dieron su golpe en el momento clave: justo después de que cargasen los supuestos vegetales en la furgoneta. El resultado, más de 22 toneladas de esta sustancia intervenidas en Málaga y la detención de diez personas por su presunta vinculación a una trama criminal que hunde sus raíces en Córdoba.
La operación se denominó 'Califa/Trucks/ Bodegón' y, tras meses de indagaciones, los agentes supieron que la banda tenía prevista la distribución de un importante cargamento de droga, concertada para el pasado día 10 de enero. Dieron con el vehículo que se iba a emplear para el traslado en un polígono industrial de Málaga y, con disimulo, observaron cómo cargaban en el mismo numerosos palés.
Esperaron a que el conductor emprendiera la marcha y le dieron el alto en el Puerto de la Torre, localizando en el interior de la furgoneta 2.600 kilos de hachís en cajas de falsos tomates. Él era el único que iba en el vehículo y quedó detenido en ese mismo momento.
Ante la sospecha de los agentes de que se podrían estar utilizando varias naves para ocultar una mayor cantidad de esta sustancia procedieron al registro de las mismas, localizando otros 19.700 kilos ocultos en bolas recubiertas de un plástico rojo y dispuestas en 18 palés de grandes dimensiones. En esta fase detuvieron a dos personas que intentaron esconderse bajo un camión.
Los últimos golpes de la Guardia Civil y la Policía Nacional se efectuaron los pasados días 11 y 12 de enero, cuando de forma conjunta y simultánea se realizaron cuatro registros en Córdoba. Lograron dar captura al supuesto líder de la organización criminal y también a sus principales integrantes. Dicha operación continuó con la detención, el pasado día 17, de otras tres personas implicadas, aunque la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
La investigación se inició tras detectarse la existencia de una organización criminal asentada en Córdoba y con operatividad en diferentes provincias, que estarían presuntamente dedicándose al tráfico de drogas entre España y Francia principalmente. Con el avance de las pesquisas, y a raíz de la colaboración entre la Policía Nacional y la Guardia Civil en las provincias de Málaga, Córdoba y Cádiz, se logró identificar a los principales miembros de la trama, que se dedicaba al tráfico de grandes cantidades de droga.
En Córdoba residía el cabecilla de la red, quien se valía de un círculo de confianza para llevar a cabo los envíos. Para ello contaba con personas que se encargaban de dirigir la logística y con otro vecino a cargo de las labores necesarias para el transporte de las sustancias estupefacientes, así como con un colaborador que realizaría, principalmente, las tareas de seguridad y custodia encomendadas desde la dirección de la red criminal.
Por otro lado, la banda se servía de varias personas que, unas de forma más estable y otras de manera esporádica, realizarían las labores de mayor riesgo, como son la custodia, la seguridad y la carga y descarga del estupefaciente.
El avance de las indagaciones permitió averiguar que el entramado presentaba una compleja estructura, rica en recursos humanos, técnicos y materiales y con una fuerte capacidad económica. Esto, unido a una amplia logística oculta tras una aparente legalidad empresarial, dificultaba en gran medida el trabajo operativo y de análisis realizado sobre las distintas entidades que la conforman.
De hecho, según han concluido los investigadores, los narcos utilizaban a personas de «paja», cuyo papel no era otro que figurar como responsables de las empresas utilizadas para el alquiler o la adquisición de vehículos o inmuebles.
Fruto de las pesquisas, se ha detenido a diez personas -ocho de ellas ya han ingresado en prisión- e intervenido siete vehículos utilizados por los narcotraficantes. Se trata de la mayor cantidad de hachís incautada en una operación conjunta realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de la provincias de Málaga y Córdoba.
La investigación ha sido llevada a cabo de manera conjunta por el Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional de Córdoba, junto con la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional de Fuengirola (Málaga) y de Barcelona y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Policía Judicial de la Guardia Civil –de Córdoba-, y con el EDOA de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz.
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