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Sorpresa casi macabra durante un dispositivo de tráfico en Guardamar. Lo que parecía una furgoneta normal y corriente resultó ser una carnicería clandestina. El maletero del vehículo transportaba un cerdo muerto cuya carne sería destinada al consumo humano, sin contar con ningún tipo de prueba ... o documentación.
Fue al paso de la furgoneta por la autopista AP7, a la altura de Torrevieja, cuando agentes de la Guardia Civil toparon con el vehículo. Sucedió durante un dispositivo de prevención de la seguridad ciudadana instalado en este punto. Al parar la furgoneta y revisar su contenido, los agentes descubrieron un bulto sospechoso en el maletero.
Al comprobar su contenido, los efectivos revelaron que se trataba de un cerdo muerto, cuya carne iba a ser destinada para el consumo humano. Así, la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usesic) de Torrevieja alertó a la Patrulla de Protección de la Naturaleza (Paprona), que confirmó que se trataba de un cerdo doméstico.
El responsable del vehículo, y del animal, no pudo acreditar el origen de la carne, ni tampoco su estado higiénico sanitario, careciendo de prueba veterinaria alguna. Además el cerdo estaba siendo trasladado en un vehículo que incumplía las medidas técnicas e higiénico sanitarias, «lo que supone un riesgo potencial para la salud pública», explican los agentes.
Por ello, el responsable del transporte ha sido denunciado, procediéndose a la intervención del animal para su destrucción debido a la falta de cualquier tipo de documentación, según han detallado fuentes de la Benemérita.
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